La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha intensificado la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad al autorizar la extradición de 29 líderes del narcotráfico, entre ellos figuras emblemáticas como Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes y los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, antiguos jefes de los cárteles de Sinaloa y Los Zetas. Esta operación, considerada sin precedentes, se ejecutó a finales de febrero de 2025 y fue confirmada por el Gabinete de Seguridad mexicano.
El traslado masivo de estos capos responde, según el gobierno mexicano, a la necesidad de proteger la seguridad nacional y evitar la posible liberación de estos criminales por tratos judiciales internos. Sheinbaum ha subrayado que la decisión no busca satisfacer presiones políticas de Estados Unidos, particularmente ante las amenazas arancelarias del expresidente Donald Trump, sino que obedece a un análisis del Consejo de Seguridad sobre los riesgos que representaba mantener a estos delincuentes en territorio mexicano.
Entre los extraditados destacan nombres con procesos judiciales abiertos en cortes estadounidenses por delitos de narcotráfico, homicidio, lavado de dinero y delincuencia organizada. Además, el gobierno mexicano ha anunciado que existen “más listas” de presuntos narcotraficantes que podrían ser enviados a Estados Unidos próximamente, como parte de la colaboración bilateral en seguridad.
Fuentes cercanas al gobierno señalan que una nueva operación de extradición masiva podría involucrar a al menos 40 capos adicionales, entre ellos Abigael González Valencia “El Cuini”, operador del Cártel Jalisco Nueva Generación, y Servando Gómez “La Tuta”, fundador de los Caballeros Templarios.
Sheinbaum también ha sido enfática en exigir explicaciones a Estados Unidos sobre acuerdos judiciales con narcotraficantes como Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, quien se declaró culpable de tráfico de fentanilo en una corte federal estadounidense y es requerido en México por el asesinato del periodista Javier Valdez. La presidenta ha reiterado que México insistirá en su extradición para que enfrente la justicia mexicana.
La estrategia de extradiciones masivas marca un giro en la política de seguridad de México y refuerza el mensaje de que el gobierno de Sheinbaum mantiene una postura firme ante el crimen organizado, privilegiando la cooperación internacional sin ceder a presiones externas.
