El pasado domingo 8 de junio, elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata “Pakal” del estado de Chiapas cruzaron la frontera hacia Guatemala durante un enfrentamiento armado con presuntos narcotraficantes. El incidente ocurrió en la zona urbana y comercial de La Mesilla, Huehuetenango, tras una prolongada persecución que comenzó en Frontera Comalapa, dejando un saldo de al menos cuatro personas muertas.
La Cancillería de Guatemala envió una nota diplomática de protesta a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, señalando que la incursión se realizó fuera de los mecanismos de coordinación bilateral, poniendo en riesgo la vida de ciudadanos civiles. Además, exigió una investigación exhaustiva para determinar responsabilidades.
Por su parte, en su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum condenó el cruce no autorizado y pidió que los policías responsables sean sancionados. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México respondió enviando una nota diplomática de disculpa al gobierno guatemalteco y reiteró su compromiso de respetar la soberanía de Guatemala y fortalecer los mecanismos de seguridad y cooperación fronteriza.
El ministro de Defensa de Guatemala explicó que sus fuerzas no intervinieron durante el enfrentamiento para evitar bajas entre civiles, lo que generó críticas del gobernador de Chiapas, quien acusó a Guatemala de posible colusión con el crimen organizado. Este episodio reaviva tensiones en una frontera ya marcada por la criminalidad transnacional y complica el diálogo de seguridad binacional.
