
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, aplicará deportaciones selectivas de migrantes indocumentados en el sector agrícola, con el argumento de proteger la producción de alimentos, pero su apuesta a largo plazo será sustituir esa mano de obra con tecnología y automatización, informó Reforma este martes 8 de julio.
La portavoz del Departamento de Agricultura, Brooke Rollins, reafirmó que no habrá amnistía para los trabajadores del campo, y dijo que la solución definitiva pasa por reemplazar la labor humana por procesos automatizados. Subrayó también que existen millones de adultos en programas como Medicaid que podrían sustituir la mano de obra migrante, aunque reconoció que la verdadera estrategia consiste en aplicar nuevas tecnologías.
Este enfoque surge en respuesta a las redadas del ICE, que han afectado gravemente la disponibilidad de trabajadores rurales. En Texas, por ejemplo, han abandonado sus labores tres cuartas partes de los empleados agrícolas, lo que ha generado pérdidas millonarias y cultivos sin cosechar. Ante este escenario, Trump ha considerado permitir que ciertos empleadores certifiquen o respalden a sus empleados para evitar deportaciones, una medida que él mismo ha anunciado como un posible programa de “vouching”.
Así, la estrategia trazada por el Ejecutivo combina acciones inmediatas de control migratorio, alternativas temporales como el “vouching” para trabajadores con trayectoria comprobada, y un cambio estructural hacia la automatización de procesos agrícolas, aunque el ritmo y viabilidad técnica de esta transición sigue sin definirse con claridad.
En resumen, la nueva política migratoria estadounidense busca reemplazar a los trabajadores migrantes del campo mediante la automatización, mientras aplica deportaciones estratégicas para proteger la producción alimentaria, y explora herramientas legales para que los agricultores respalden a empleados clave.










