
Este viernes 11 de julio, Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, compareció ante la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, en Chicago. Ante la jueza Sharon Johnson Coleman, se declaró culpable de cuatro cargos principales relacionados con narcotráfico, lavado de dinero, delincuencia organizada y posesión de armas, conforme a un acuerdo legal con la Fiscalía de Estados Unidos.
Este giro legal lo convierte en el primer miembro directo de la familia Guzmán en asumir responsabilidad en juicio estadounidense. Además, aceptó ser líder de la organización “Los Chapitos”, facción del Cártel de Sinaloa relacionada con el tráfico de fentanilo, cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana.
Como parte de los beneficios del acuerdo de culpabilidad, se comprometió a ofrecer “asistencia sustancial” a las autoridades a cambio de una sentencia reducida y de evitar la cadena perpetua. A cambio del pacto, acordó una multa aproximada de 80 millones de dólares. Su sentencia se programará dentro de seis meses, tras evaluar el grado de colaboración.
El juicio representa un cambio notable en la estrategia de EE.UU. y un hecho histórico: es la primera vez que uno de los “Chapitos” acepta formalmente su responsabilidad en una corte federal norteamericana.
El contexto criminal del cartel se vio afectado por desbandes internos. Su hermano Joaquín Guzmán López, alias “El Güero”, fue arrestado el pasado julio junto con Ismael “El Mayo” Zambada y sigue firme su acusación sin acuerdo. Mientras tanto, Ovidio, al comprometerse a colaborar, podría proporcionar información valiosa sobre la estructura delictiva del Cartel de Sinaloa.
La presidenta Claudia Sheinbaum criticó la falta de coordinación del gobierno estadounidense al negociar el pacto de Ovidio sin informar debidamente a la Fiscalía General de México, sobre todo cuando los cárteles están oficialmente catalogados como organizaciones terroristas.










