Ante el anuncio de Estados Unidos sobre la posible imposición de aranceles del 25 por ciento a productos mexicanos, legisladores mexicanos expresaron posturas divididas pero coincidieron en la necesidad de actuar para evitar un daño económico severo. Desde el Senado, se condenó enérgicamente la decisión unilateral estadounidense que, además de violar acuerdos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), representa una amenaza directa a la soberanía y estabilidad económica nacional.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López Hernández, junto con coordinadores de Morena, PVEM y PT, firmó un pronunciamiento respaldando las medidas del gobierno de Claudia Sheinbaum para hacer frente a esta “guerra arancelaria”, calificándola de ilegal y arbitraria. El Senado hizo un llamado a la unidad en defensa de la soberanía mexicana y el respeto al marco legal internacional, enfatizando que estas acciones pueden poner en riesgo sectores claves como el automotriz y otras cadenas productivas que generan cientos de miles de empleos.
En la Cámara de Diputados, el presidente Sergio Gutiérrez Luna reiteró el respaldo al Ejecutivo federal y la convicción de que México debe actuar con firmeza pero también manteniendo la voluntad de diálogo y cooperación con Estados Unidos. Subrayó que México no se someterá ni aceptará medidas que afecten sus intereses nacionales y convocó a la población a estar pendiente del mensaje que dará la presidenta Claudia Sheinbaum como respuesta oficial.
Por su parte, legisladores de oposición expresaron distintas perspectivas, destacando la preocupación por el impacto económico y laboral que implicaría una guerra comercial. Ricardo Anaya, del PAN, señaló que la única forma de presionar a Estados Unidos sería afectando grupos de votantes clave en ese país, mientras que integrantes del PRI y otros grupos pidieron evitar un conflicto que perjudicaría a miles de familias mexicanas y la economía general.
En conclusión, tanto diputados como senadores coincidieron en que es indispensable implementar acciones políticas y diplomáticas coordinadas para evitar que los aranceles dañen la producción, las exportaciones y la estabilidad social. Las fuerzas legislativas manifestaron su respaldo a la estrategia del gobierno federal y exhortaron a la sociedad a mantener la calma y unidad frente a esta provocación unilateral que podría tener consecuencias graves para la economía mexicana y la relación bilateral con Estados Unidos. La vigilancia y negociación continúan activas para preservar el comercio y los empleos entre ambas naciones.
