El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que los trabajadores migrantes que su gobierno está deportando son difíciles de reemplazar, especialmente en sectores como la agricultura, la hotelería y el ocio. En una entrevista con una cadena estadounidense, Trump afirmó que la gente que vive en las ciudades no realiza esos trabajos, los cuales son realizados naturalmente por los migrantes.
Trump comentó que su administración está enfocada en sacar criminales del país, pero que al mismo tiempo están trabajando con los agricultores para evitar que estas expulsiones afecten su producción, ya que consideran que son una parte muy importante del país. En ese sentido, el mandatario dijo que están preparando reglas y regulaciones para proteger a los trabajadores migrantes en esos sectores.
El presidente también manifestó su disposición para que algunos migrantes que han sido deportados puedan regresar legalmente a Estados Unidos, en caso de que estudien, aprendan y cumplan con los permisos correspondientes. Trump destacó que, en algunos casos, los migrantes son enviados de vuelta a sus países con la posibilidad de volver legalmente y que están implementando mecanismos para hacerlo posible, aunque admitió que es un proceso complejo.
Esta postura supone un giro parcial en la política migratoria de Trump, quien ha mantenido una línea dura en deportaciones, pero ha reconocido la importancia de los trabajadores migrantes para la economía estadounidense. Sus declaraciones llegan después de que varios sectores productivos, particularmente en California, hayan manifestado preocupación por la escasez de mano de obra debido a las redadas y deportaciones.
El informe de empleo de julio reflejó una disminución importante en los puestos de trabajo ocupados por extranjeros, lo que ha sido señalado por Trump como un factor que afecta la creación de empleo neto en el país. Frente a esta situación, el gobierno estadounidense evalúa ajustes para proteger a trabajadores migrantes que cumplen un rol clave en la cadena productiva y evitar daños mayores a la economía.
Estas declaraciones también han sido destacadas en México, donde la presidenta Claudia Sheinbaum valoró positivamente la posibilidad de regularizar y reconocer el trabajo de los mexicanos en Estados Unidos, enfatizando la importancia que tienen para ambas naciones en términos económicos y sociales. La gestión migratoria entre ambos países continúa siendo un tema de diálogo y negociación, buscando soluciones que beneficien a ambas partes.
