
El reacomodo político dentro de la llamada Cuarta Transformación avanza con una velocidad que pocos anticipaban, y lo hace apuntando hacia un relevo inevitable. El apellido López, que durante años fue visto como la extensión natural del capital político construido por AMLO, hoy aparece debilitado, desgastado, casi irrelevante en el escenario nacional. La herencia del poder, esa que parecía garantizada por la sangre y la cercanía, se diluye frente a una narrativa pública que exige coherencia con el discurso original de austeridad y cercanía al pueblo.
Andy López Beltrán, quizá el hijo más mediático del expresidente, se convirtió en la paradoja viva del obradorismo. Mientras su padre edificó un liderazgo en torno al rechazo al lujo y la lucha contra los privilegios, Andy fue retratado en la comodidad de viajes exclusivos, compras de alto costo y estancias en destinos inalcanzables para la mayoría de los mexicanos. Lo que nació como un grito de apoyo —“¡Andy presidente!”— pronto se transformó en burla, en sátira, en símbolo de la desconexión con la base social que sostuvo al lopezobradorismo.
La exposición pública terminó por ser su condena. Quien alguna vez fue descrito como operador discreto del círculo íntimo de Palacio Nacional quedó atrapado en la vorágine mediática. El mito del heredero se desplomó al ritmo de las imágenes que lo situaban más cerca del privilegio que de la austeridad. La narrativa oficial, tan celosa de la congruencia, no encontró cómo encajar a un personaje que encarnaba precisamente lo que el obradorismo prometió combatir.
Andy López Beltrán se ha convertido en el recordatorio más claro de que el apellido no basta. En política, la herencia de sangre no garantiza la continuidad del poder cuando la opinión pública coloca a los protagonistas en el papel de contradicción viviente. El relevo generacional dentro de la 4T no pasará, al menos por ahora, por la descendencia directa del expresidente. El futuro apunta hacia otros nombres, otras trayectorias y, sobre todo, hacia quienes logren encarnar con mayor fidelidad el relato de cercanía con el pueblo que alguna vez impulsó al obradorismo hasta lo más alto.










