Ciudad de México, México.- Ante la propuesta de Morena de reducir el financiamiento público a los partidos políticos dentro de la próxima reforma electoral, consejeros y magistrados electorales plantearon modificar la fórmula de asignación de recursos, con el objetivo de recortar el gasto sin afectar la equidad entre las fuerzas políticas.
Actualmente, los organismos electorales enfrentan recortes presupuestales mientras el financiamiento a los partidos continúa en aumento. En 2025 se destinaron 7 mil 354 millones de pesos, y para 2026 la cifra ascenderá a 7 mil 737 millones, es decir, 382 millones más.
El cálculo vigente establece que el monto total se obtiene al multiplicar el número de ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral por el 65 por ciento del valor de una Unidad de Medida y Actualización (UMA). De esa cantidad, el 30 por ciento se reparte de forma igualitaria entre los partidos y el resto se distribuye conforme a los votos obtenidos en la última elección de diputados.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que uno de los objetivos de su próxima reforma electoral será reducir el gasto público destinado a los partidos. En ese contexto, la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Norma de la Cruz, propuso sustituir el esquema actual por uno basado en los votos efectivos.
Su propuesta consiste en multiplicar 0.65 de una UMA por cada persona que realmente emitió su voto, y distribuir los recursos según el porcentaje de votación alcanzado por cada fuerza política. “Tiene que conservarse el financiamiento a los partidos, pero cambiar la fórmula porque cada año es más caro. Nos ahorraríamos un 40 por ciento y, además, se incentivaría la participación ciudadana”, explicó.
De la Cruz consideró que el modelo actual genera un “incentivo perverso”, ya que el financiamiento no depende de la cantidad de electores que participan. “Si las prerrogativas dependieran de la participación, los partidos harían campañas para que el 90 por ciento del electorado votara. Con el esquema actual, el voto duro les basta”, señaló.
Por su parte, el magistrado Felipe de la Mata respaldó la idea y recordó que en países como Alemania los recursos públicos se calculan con base en el número de ciudadanos que efectivamente votan. “Eso genera el incentivo de movilizar a la población y fortalecer la democracia”, apuntó.
En los últimos 20 años, la participación electoral en México ha oscilado entre el 41 y el 60 por ciento de la lista nominal. De aprobarse una nueva fórmula basada en la votación efectiva, los especialistas estiman que el financiamiento público a los partidos podría reducirse en hasta 40 por ciento sin comprometer la pluralidad política.
