Ciudad de México, México.- Familiares y compañeros de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa peregrinaron este viernes a la Basílica de Guadalupe para reiterar su exigencia de verdad y justicia, después de más de 11 años sin resolución del caso y pese a las promesas del Gobierno federal.
Como cada diciembre, madres, padres y normalistas provenientes de Guerrero llegaron a la capital del país para encomendar su búsqueda ante la Virgen de Guadalupe, en uno de los gestos más simbólicos de su resistencia. La movilización partió de la Glorieta de Peralvillo y avanzó hacia el recinto religioso en medio de consignas como “¡Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos!”.
El pasado 26 de septiembre se cumplieron once años de la desaparición de los jóvenes, ocurrida en 2014, y el caso permanece sin resolverse, pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado su compromiso por esclarecerlo.
Hilda Hernández Rivera, madre de César Manuel González Hernández, señaló que el “amor inmenso” por sus hijos sigue siendo la fuerza que los mantiene en pie, aunque calificó el proceso como “estancado”, asegurando que durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador solo hubo avances iniciales y posteriormente “todo se vino abajo”. Afirmó que, hasta ahora, con Sheinbaum “no ha habido ningún avance real”.
La mandataria federal ha prometido nuevas líneas de investigación y ha abierto la posibilidad de retomar contacto con exintegrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), quienes dejaron el país en 2023 por falta de cooperación gubernamental. Hernández expresó su esperanza de que especialistas como Carlos Beristain y Ángela Buitrago puedan regresar.
La jornada concluyó con una misa en la Basílica, donde las familias agradecieron el respaldo del recinto religioso. “Seguimos creyendo en los milagros”, expresó Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete.
El caso Ayotzinapa ocurrió en septiembre de 2014, cuando los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron mientras se dirigían a Ciudad de México para participar en una manifestación. Hoy sigue siendo un símbolo de la crisis de desapariciones en México, donde más de 133 mil personas permanecen no localizadas, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
