La directora de Comercio municipal, Beatriz Benavente Rodríguez, precisó que están autorizados para esa festividad 30 puestos que son de comida, antojitos, y juegos mecánicos. De estos últimos dijo que hay algunos con permiso permanente.
“Se tendrá mucho cuidado para que los comerciantes respeten las reglas y se desempeñen con orden para no entorpecer el libre tránsito, observando los protocolos que fija la Coepris para evitar contagios de covid. Ya se habló con el rector de la Basílica para conocer sus opiniones y que el templo luzca su belleza en todo su esplendor”, expuso la funcionaria.
Benavente Rodríguez comentó que ha sido una organización mancomunada con la Unidad de Gestión del Centro Histórico, Protección Civil Municipal y la propia rectoría de la Basílica.
Otro frente que mencionó Beatriz Benavente lo forman los coheteros, manejadores de materiales peligrosos, a quienes se les imponen condiciones rígidas para poder vender los artefactos, “quienes no las observen no serán autorizados para la venta”, advirtió.
La funcionaria municipal explicó que entre las condicionantes para los 850 oferentes empadronados en ese rubro está el requisito de que todos, sin excepción, deben recibir un curso de capacitación que imparte Protección Civil, del que se extiende una certificación.
“Comerciante de ese giro que no la presente, estará impedido para el manejo y venta de esos artefactos que por usar pólvora entrañan serios riesgos. Seremos inflexibles”, afirmó categóricamente Beatriz Benavente.
La directora de Comercio municipal precisó que podrán hacer sus ventas solamente los días 24, 30 y 31 de diciembre, y que los lugares donde se podrán instalar se darán a conocer puntualmente para que la gente acuda a espacios seguros regulados por el municipio; “aunque no se está de acuerdo con esa actividad la tradición se impone”, concluyó la funcionaria municipal.