– La colonia Terremoto era un dolor de cabeza por falta de pavimento.
Enrique Galindo Ceballos les agradeció el tiempo que cedieron los trabajadores del volante para escuchar su mensaje, porque ha experimentado en carne propia las dificultades de este noble oficio “sé lo que cuesta una hora perdida de chamba, entiendo las presiones que tienen: los aumentos al precio de la gasolina, el pirataje, las nuevas aplicaciones, la competencia desleal”.
Con orgullo les contó cómo fue que llegó a ejercer el taxismo, después de haber concluido sus estudios de posgrado en el extranjero. “Regresé a San Luis, pero no había trabajo, afortunadamente mi papá era dueño de su taxi, y pude pedirle una oportunidad, así aprendí a valorar el trabajo al volante, que es muy difícil. Y en ese tiempo no tenía las complicaciones de ahora, pero es un oficio muy noble”. Recordó cómo su papá pudo costear los estudios profesionales de seis hijos con el trabajo en su taxi.
Aseguró que hay mucho que se puede hacer por el gremio desde el gobierno municipal, porque el taxismo es una actividad económica importante, y que debe estar a tono con el tipo de ciudad que queremos. “Si aspiro a una ciudad de primer mundo, se necesita un servicio de primer mundo también: sin piratas, que nos sintamos orgullosos del taxismo potosino”.
Hicieron notar la acción social que el gremio ha venido desarrollando desde hace un año, cuando empezó la pandemia, al otorgar servicio gratuito a trabajadores de la salud, apoyando en horario nocturno, e incluso llevando gratuitamente a los adultos mayores a recibir su vacuna. Dijeron que ha sido un trabajo arduo, pero lo han hecho con la voluntad de colaborar con la sociedad en la que viven. También sugirieron acciones sencillas como colocación de topes en zonas conflictivas, y mejor sincronización de semáforos en la carretera 57.
Para finalizar la reunión, Enrique Galindo les aseguró que no les va a fallar, pero necesita de su apoyo, “necesito de ustedes, háganlo por un compañero del gremio”, dijo.
Posteriormente, en un recorrido por la colonia Terremoto, recordó a sus pobladores que hace 15 años, cuando era director de Seguridad Pública Municipal, esa zona de la ciudad era un dolor de cabeza por varias razones, una de ellas era que no estaba pavimentada. “Me da gusto ver que ahora es diferente a lo que yo recordaba, gracias a una gestión del PRI, que hizo bien las cosas, que transformó la comunidad, cosa que no es barata”, comentó.
Sin embargo, reconoció que aún hay muchas cosas por mejorar, “lo que me da tristeza es que tengan un Centro Comunitario cerrado y que sus hijos tengan que buscar educación lejos de su comunidad, porque además ustedes no tienen la confianza de enviarlos a estudiar solos. Cuando yo iba a la escuela, me subía solo al camión y no pasaba nada. Ahora nadie de aquí mandaría solos a sus hijos a estudiar”.
Agregó que es un desperdicio tener una infraestructura de esa magnitud, sin usarse, sobre todo cuando hay jóvenes que tienen que tomar clase en una casa particular. “Este espacio bien podría usarse mientras se construye un plantel educativo, pero vamos a seguir trabajando con ustedes, soy un hombre que cumple lo que dice, lo he hecho toda mi vida”, finalizó.