En su exposición de motivos, el diputado indica que de acuerdo al artículo 35 de la Ley Electoral del Estado de San Luis Potosí, las multas de los partidos políticos en la entidad se deben destinar al Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología (COPOCYT) para ejercerse en los rubros de ciencia, tecnología e innovación a través del fideicomiso 18397.
Este fideicomiso se organiza y dirige a través de un Comité Técnico que se integra con quien ocupe la presidencia del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, un consejero electoral, los dos diputados representantes del Poder Legislativo y el Secretario de Educación Pública, quienes revisan y deciden las propuestas de proyecto insertas en el ámbito definido en la ley y para ser beneficiarios de los recursos públicos disponibles.
Afirma que ante la presencia de la pandemia por COVID-19, es necesario contar con un adecuado sistema de detección, por lo cual es muy importante apoyar los proyectos de investigación científica en materias biológicas o químicas e incluso de ciencias sociales que busquen aportar respuestas a crisis pandémicas como la que estamos viviendo.
“De ahí que cobre aún mayor relevancia el que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí haya obtenido un reconocimiento y pueda realizar un invaluable servicio social al ofrecer la realización de pruebas de detección del Covid-19. a precios accesibles para la población potosina. Y ese es justamente el motivo principal de una propuesta como la que aquí se plantea: apoyar prioritariamente a los proyectos que busquen atender las negativas consecuencias que, en distintos ámbitos, dejan tras de sí las contingencias epidemiológicas”.
Añade que la irrupción del equipo de investigadores de nuestra Máxima Casa de Estudios, es consecuencia de todo el aprendizaje acumulado a través de los años, incluyendo la experiencia de haber sido una agencia destacada en el combate a la Influenza AH1N1 y los muchos años invertidos en la investigación de este tipo de pandemias, lo cual demuestra que si decidimos invertir en estos rubros la inversión tiene una tasa de beneficio social altísima.
“Si podemos invertir recursos líquidos y frescos a actividades de investigación científica aplicada a la pandemia, obtendremos mejores resultados en el futuro inmediato y generaremos toda una cultura de desarrollo investigativo que, con los años, no solo multiplicará su capacidad de intervención social, sino incluso su valor económico, al punto que algún día esas actividades puedan significar una entrada de más recursos hasta el punto de volverse autofinanciables”.