San Luis Potosí SLP.- Los diputados Manuel Barrera Guillén y Héctor Mendizábal Pérez coincidieron en que la nueva Ley de Seguridad Interior aprobada en la Cámara de Diputados es positiva, porque las corporaciones policiales han sido rebasadas por la delincuencia y las fuerzas armadas son garantía para fortalecer la seguridad pública.
La nueva ley establece el procedimiento para la participación de las fuerzas armadas en ámbitos de seguridad pública, cuando la capacidad de las fuerzas locales sea insuficiente para garantizar la seguridad interior; para que pueda entrar en funcionamiento es necesario que la apruebe el Senado de la República a donde fue turnada.
El presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social diputado Manuel Barrera Guillén manifestó que “es positiva la aprobación de la Ley de Seguridad Interior y nos obliga prácticamente a hacer homologaciones a nivel estatal, lo cual podría ser también conveniente con el cambio del Secretario Seguridad Pública, dado que entre sus planteamientos y estrategias pudiera incluirse lo que legalmente sea más conveniente para San Luis Potosí”.
Precisamente sobre el cambio en la Secretaría de Seguridad Pública, expuso que “el verdadero reto empieza ahora dado que los resultados serán los únicos que podrán avalar o desestimar dicho nombramiento; hay que empezar reconociendo que San Luis Potosí está viviendo una de sus peores etapas en cuanto a seguridad pública y que ninguna persona va a venir a resolverlo en un par de meses”.
Por su parte el diputado Héctor Mendizábal Pérez expuso que la aprobación de la Ley de Seguridad Interior en la
Cámara de Diputados es un gran paso para garantizar la seguridad de los mexicanos, porque las corporaciones policiacas han sido rebasadas por la delincuencia.
El legislador afirmó que las Fuerzas Armadas son más confiables y no están infiltradas, mientras que las policías de diversos ámbitos no están certificadas y no son garantía de que protejan a los ciudadanos.
Expuso que la nueva Ley representa un gran paso para regular la presencia del Ejército en las calles y “definitivamente fue una medida muy acertada”.
