Presentó una iniciativa de reforma a la Ley para Regular las Sociedades de Información Crediticia, para reducir el plazo mínimo a que están obligadas las Sociedades para conservar los historiales crediticios que les sean proporcionados por los usuarios, correspondientes a cualquier persona física o moral, al menos durante un plazo de sesenta meses.
También se les obligará a eliminar del historial crediticio del cliente en relación a aquella información que refleje el cumplimiento de cualquier obligación crediticia, después de treinta y seis meses de haberse incorporado el cumplimiento en dicho historial.
A partir del historial crediticio las entidades financieras decidirán si conceden préstamos, o no. El llamado Buró de Crédito tiene diversas reglas que son de suyo importantes para resguardar la información y uso adecuado para los sujetos obligados; por el solo hecho de conceder a un cliente un préstamo, este estará dentro el Buró de Crédito, esto significa que no importa si este se paga a tiempo o no, con solo tenerlo ya se aparecerá en las listas.
Aunque el cliente pague a tiempo los créditos que tenga, su nombre estará en el historial crediticio que sirve a las entidades financieras para saber si el cliente es bueno o mal pagador, y hay quienes piensan que si tiene un historial malo, siempre se quedará así, lo cual no resulta del todo cierto. Sí que es verdad que las deudas pagadas fuera de tiempo quedan registradas por un periodo de alrededor de 5 años.
“El legislador centra su atención precisamente en la temporalidad en que el registro negativo ha de estar vigente, aun cuando la deuda pudo haber sido pagada con posterioridad, tiempo el cual considera excesivo, lo que constituye en sí mismo una exclusión para muchos clientes a fin de que estos obtengan un crédito para adquirir bienes y servicios dentro del mercado financiero o crediticio”.
El diputado Oscar Vera añadió que “si bien es cierto que la información que se maneja dentro del Buró de Crédito sirve a los usuarios para analizar y conocer las finanzas de los clientes, también lo es que esta puede llegar a estigmatizarlos o marcarlos por un periodo a pesar de haber realizado el pago respectivo, pesa sobre ellos una carga financiera pasada que les podría impedir aspirar válidamente a un crédito, cualquiera que sea su naturaleza”.
“El objetivo de la iniciativa es reducir el plazo mínimo a que están obligadas las Sociedades para conservar los historiales crediticios que les sean proporcionados por los usuarios, correspondientes a cualquier persona física o moral, al menos durante un plazo de sesenta meses, así como obligar a estas mismas sociedades a eliminar del historial crediticio del cliente en relación a aquella información que refleje el cumplimiento de cualquier obligación crediticia, después de treinta y seis meses de haberse incorporado el cumplimiento en dicho historial, sin que se requiera solicitud o prevención alguna”, puntualizó.
La iniciativa fue turnada a comisiones para su análisis y posible aprobación.