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Acudir al médico ante cualquier señal de alarma como: sed intensa, irritabilidad, fiebre, debilitamiento, que se tenga la boca seca y no pueda beber agua.
Los efectos asociados a la exposición de las altas temperaturas, pueden ser principalmente el golpe de calor, la insolación y las lesiones dérmicas, además del incremento en las enfermedades diarreicas agudas.
Se solicita a la población ingerir los alimentos inmediatamente después de ser preparados o bien, mantenerlos en refrigeración, así como utilizar agua potable para su preparación y en caso de consumir pescados y mariscos, verificar que éstos estén bien cocidos; además de asegurarse de que las frutas y verduras estén lavadas y desinfectadas.
Se recomienda evitar realizar actividades al aire libre durante las horas de mayor calor; las actividades cívicas y deportivas deberán realizarse durante las primeras horas de la mañana o al atardecer; nunca dejar a los menores de edad en vehículos estacionados y cerrados que reciban directamente los rayos del sol y en el caso de las personas que trabajan a la intemperie y que están expuestos por tiempos prolongados a los rayos solares, pedirles que utilicen ropa de algodón, que preferentemente eviten las prendas de material sintético, que se protejan con gorra, sombrero o visera y que fraccionen su jornada de trabajo por lo menos en dos ocasiones de 15 a 20 minutos permaneciendo en un lugar bajo la sombra y que beban abundantes líquidos durante la jornada.
Existen varios tipos de lesiones por efecto de la temporada de calor, por lo que se deberán tomar las medidas necesarias para que en casos como el agotamiento por calor, el golpe por calor, los calambres, las quemaduras solares, el salpullido o las enfermedades diarreicas agudas, se acuda al médico a recibir la atención necesaria y el tratamiento indicado.