El director general de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), José Ignacio Benavente Duque, explicó que las redes sísmicas tienen un alcance y resolución en función del número de estaciones y distribución, por tal motivo, cuando ocurre algún episodio de sismicidad, hay eventos muy pequeños que sólo se pueden localizar con estaciones cercanas.
Añadió que estas estaciones se localizarán a una distancia no mayor de 15 km a partir del evento ocurrido el día 4 de septiembre en Jaral de Berrios, Guanajuato, que tuvo magnitud de 4.3.
Benavente Duque destacó que no existen datos instrumentales de sismos anteriores, por lo que estos serán los primeros eventos que se registren instrumentalmente, y estos nuevos datos serán una gran oportunidad para avanzar en el conocimiento sismotectónico regional.
Entre los resultados que se planean obtener son: Registrar y analizar la microsismicidad local ocurrida en el graben de Villa de Reyes; delimitar mejor las estructuras geológicas que dan origen a la sismicidad, por lo que será posible estimar la orientación espacial de estas estructuras y su profundidad; corroborar la información obtenida por las redes regionales del Centro de Geociencias y de la Coordinación Estatal de Protección Civil de San Luis Potosí; actualizar el Atlas Estatal de Riesgo; estimar el potencial sísmico de la zona; visualizar nuevos programas de mitigación con base en la nueva información y establecer nuevas políticas de construcción acordes con la realidad del fenómeno sísmico local.