Esta plática fue impartida por personal del Instituto Estatal de las Mujeres, quienes explicaron a participantes que de acuerdo a las normas de género las expectativas tradicionales sobre las mujeres son hacerse cargo del cuidado de los miembros de la familia, poder tomar decisiones cotidianas que afectan a la administración del hogar, ser apreciadas por cuidar del bienestar emocional de su familia.
Mientras que las expectativas tradicionales de los hombres, son ser el sostén económico de la familia, tomar decisiones importantes en nombre de la familia y ser apreciados por su forma de resolver problemas. La Masculinidad no es sinónimo de hombres sino de proceso social, estructura, cultura y subjetividad.
La Oficialía Mayor tiene la responsabilidad buscar y mantener una equidad y promover una cultura institucional de los programas que pugnan por la igualdad laboral entre mujeres y hombres, además de establecer medidas preventivas con campañas internas entre el personal para concientizar que se debe prescindir de este tipo de prácticas.