De acuerdo con estudios de la Sedeco y del Inegi, a nivel nacional nuestra entidad se encuentra a la vez, entre las cuatro con menor desempleo, a la par de estados con alto potencial turístico y en franca expansión o crecimiento por este sector, como son Yucatán, Guerrero y Oaxaca.
Asimismo, con base a datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el empleo continuó al alza durante el presente año, no obstante el panorama financiero internacional incierto, de tal forma que se alcanzan ya 445 mil 124 los afiliados.
Se estima que, de los nuevos empleos en la entidad, en su mayor parte corresponden al sector agropecuario, las comunicaciones y transportes, los servicios, la transformación o industria, el comercio y la construcción.
San Luis Potosí vive una situación sin antecedente, al contar con una oferta de empleo (que todo parece indicar es) superior a la demanda de tal manera que cada vez más empresas salen a las calles a buscar contratar mano de obra.
Parte del beneficio que brinda la entidad es que su industria automotriz se encuentra en desarrollo (en este momento en niveles que rebasan dos terceras partes, esto es alrededor de 70 por ciento), lo que da margen de crecimiento y de expansión para inversiones paralelas o de proveeduría, lo que permite colocarse a San Luis Potosí como la opción del bajío y del centro norte del país.
Se busca establecer cadenas productivas, que tiendan círculos virtuosos hacia los inversionistas y sus capitales tanto locales como foráneas o extranjeras y que generen indudablemente beneficios globales incluyendo a la planta de personal o laboral profesional de San Luis.
De igual forma, parte de este crecimiento implica plantear facilidades para el establecimiento de más y mayores plantas industriales o negociaciones de comercios y servicios, siempre en un marco y lineamientos amigables y de respeto al entorno natural de los potosinos.