Durante las jornadas se dieron a conocer las características de las relaciones basadas en el amor romántico tales como: creer que el amor lo puede todo, que las mujeres necesitan una media naranja para ser felices, que el amor es para toda la vida, que sin celos no hay amor; mantener control en la pareja, presionar y manipular para conseguir algún beneficio; pedir que se alejen de la familia y de los amigos.
Además, se proporcionaron herramientas que les permitan priorizar el amor propio y no permitir que su felicidad dependa de otras personas, ya que la creencia de que la felicidad solo se encuentra en otras personas, refuerza el sexismo y dificulta la sensibilización y prevención de la violencia hacia las niñas, adolescentes y mujeres.
La idea romantizada del amor ha sido comercializada y utilizada para educar desde la niñez y adolescencia, lo que contribuye a perpetuar la violencia sistemática y la desigualdad entre mujeres y hombres, a través de esquemas y formas de organización como: la familia, la iglesia, y la escuela; y de diversos productos culturales y mediáticos como: la música, el Internet, las telenovelas, el cine, entre otros, donde se enseña y se justifica que la violencia hacia las mujeres es una forma de amar.