San Luis Potosí SLP.- La impresentable líder del Sindicato Único de Trabajadores de Gobierno del Estado, Bernardina Lara Argüelles se encuentra al borde de un ataque de nervios y desesperación extremo, toda vez que está viendo como está a punto de derrumbarse el cacicazgo burocrático que ha ejercido durante años en el gobierno del estado.
Luego de mangonear como se le ha dado la gana a cuanto gobernador endeble se ha enfrentado, en esta ocasión anda sumamente preocupada porque sabe que ante el inminente arribo de la nueva administración, su situación será totalmente distinta.
El gobernador electo Ricardo Gallardo fue claro al señalar que todo aquel trabajador que no cumpla con sus funciones de servir al pueblo potosino será despedido. En ese sentido el mensaje es claro, quien no de resultados se va. Evidentemente lo primeros en reclamar son los que se sintieron aludidos, y están encabezados por la famosa “Nina” Lara.
Durante los últimos 24 años, equivalentes a los últimos cuatro sexenios, la lideresa del SUTGE se ha enriquecido a costa de los potosinos sin hacer absolutamente nada, solo amenazando y manipulados a los gobernantes en turno, realizando paros y plantones; pensado solamente como engordar su cuenta bancaria, porque al final ni siquiera busca el bienestar de sus agremiados, sino el personal.
Para Bernardina Lara nunca han existido los colores políticos, ella negociaba tanto con priistas como con pianistas, incluso para esta ocasión ya había acordado con Octavio Pedroza como sería la relación, y que beneficios obtendría una vez que el panista llegara a la gubernatura.
Sin embargo grande fue su sorpresa y mayor su preocupación al darse cuenta que el triunfo en los comicios fue para Gallardo Cardona, de quien es sabido le gusta trabajar y dar resultados, algo que desconoce un amplio sector de la burocracia que conduce Lara Argüelles.
Luego de ver como se derrumba el imperio burocrático que construyó a costa de no entorpecer los negocios de los gobernantes en turno, y por supuesto recibir siempre una tajada, ahora Bernardina Lara ya intentó amedrentar al gobernador elector, Ricardo Gallardo, lanzando mensajes en medios de comunicación, con inserciones pagadas con los impuestos de los potosinos.
En momentos en donde urge la reactivación de todos los sectores económicos, la líder sindical burócrata de los trabajadores en el estado salió con su batea de babas de que no quieren regresar a laborar, al final burócratas.
Lo niños y jóvenes ya regresaron a clases, los comercios y empresas claman por regresar a sus actividades normales, pero lo únicos inconformes como siempre son los trabajadores afiliados al corrupto sindicato que encabeza Bernardina Lara.
Los acuerdos con Octavio Pedroza quedaron sepultados, el gobernador elector quiere resultados y trabajo, cosa que a cacique de los burócratas no le gusta, de ahí que esté al borde de un ataque de nervios y locura.