Los Nava: el negocio de la simulación de combatir la corrupción

“Te asombraría Doctor Salvador Nava la rapidez como se construyen las posiciones y los poderes sustentados no en el compromiso de servir y responder a los reclamos ciudadanos, sino en base a complicidades, repartos y acuerdos”. Salvador Nava Calvillo

El apellido convertido en un patente de corso para robar y gritar: “¡Agarren al ladrón!”, es el caso de la familia Nava.

San Luis Potosí SLP.- El ejemplo más evidente es el de Luis Nava Calvillo, desde la época en que su cuñado Horacio Sánchez Unzueta gobernaba la entidad, su nivel de vida comenzó a cambiar gracias a la redentora Red Caminera Indígena, con obra pública que le fue asignada de manera directa pese al tráfico de influencias y violación fragante a la ley.

Su hijo Xavier Nava Palacios le ha seguido muy bien los pasos.

De hecho, Luis Nava como constructor ya había recibido antes un trato privilegiado del gobernador Teófilo Torres Corzo que le asignó, sin mediar un concurso público, una obra en el Hospital Central. La nobleza de esta institución no le importó a este inescrupuloso hijo del doctor Nava.

Mientras las mujeres navistas desde la Plaza de Armes le gritaban “intrauterino” a Torres Corzo, Luis Nava hacía negocios turbios y le prometía al gobernador que las protestas navistas bajarían de tono y de manera gradual lo dejarían en paz.

Cuando la corrupción entra a un cuerpo corroe a los que están cerca. Tanto Luis Nava como su hijo Xavier tienen antecedentes graves de corrupción, pero los residuos del navismo y algunos medios que se presumen críticos e independientes, se hacen de la vista gorda, incluso se han convertido en principales impulsores de la candidatura de Xavier Nava a la alcaldía potosina.

Luis Nava Calvillo fue inhabilitado para ocupar cargos públicos por más de tres años y fue sancionado con una multa por más de 10 millones de pesos por la Contraloría Estatal por su desempeño como titular de la Seduvop por diversas irregularidades, con lo sustraído de esa dependencia le alcanzó para comprar una residencia en la zona dorada de San  Luis Potosí y para más, pero este asunto no es el único.

Su constructora “Hábitat de San Luis Potosí” recibió seis contratos de obra pública mediante asignación directa en el programa denominado “Red Caminera Indígena, Zona Huasteca y Red Caminera Sierra Gorda, del gobierno encabezado por su cuñado Horacio Sánchez Unzueta, por lo que a principios de 1999 se presentó ante la LVII Legislatura del Congreso de la Unión un juicio político en contra de Sánchez Unzueta, por el manejo corrupto en la asignación de la obra pública.

En esa Red Caminera Indígena se invirtieron 72.4 millones de pesos, con asignaciones ilegales y sin concursos públicos, a ocho empresas se les asignó el 76.4% del total de las obras y una de ellas era la de Luis Nava, la violación a Ley de Obras Públicas fue flagrante por tener parentesco político con el entonces gobernador Sánchez Unzueta y por sus montos los contratos exigían que fueran concursados de manera pública.  Nava salió impune de este caso de corrupción.

Considerado el hijo más corrupto del doctor Nava, ambicioso, acostumbrado a la mentira, a la buena vida sin esfuerzo, a vivir lucrando de la imagen de su padre.

Cuando Fernando Toranzo Fernández se perfilaba para ser el gobernador, Luis Nava, desesperado por la falta de trabajo y recursos, le vendió el apoyo navista aglutinado en el membrete “Acción Ciudadana”, con una justificación increíble, expuso el 12 de octubre del 2009:

“Me convenció con su proyecto, que está encaminado a los sectores sociales, totalmente desprotegidos”; y se le cedió la SEDUVOP, cuando en el acuerdo que suscribió originalmente se estableció que los navistas estarían a cargo de la Contraloría Estatal para prevenir y sancionar cualquier acto de corrupción.

Su integración al gabinete torancista, como también la de su hermana Concepción Guadalupe Nava, al lado del repudiado Fausto Zapata Loredo que se hizo cargo de la representación del gobierno estatal en la Ciudad de México, motivó un desplegado de reproche de su hermano Salvador Nava, publicado en Pulso el 29 de octubre de 2009, esta es una parte de lo que le dijo, dirigiéndose al padre de ambos:

“Te asombraría Doctor Salvador Nava la rapidez como se construyen las posiciones y los poderes sustentados no en el compromiso de servir y responder a los reclamos ciudadanos, sino en base a complicidades, repartos y acuerdos […] Hoy cuando las formas y el insulto vacío o gobiernos sin compromisos, pretenden definirse como la nueva democracia, han llegado también los tiempos del reparto para acallar principios como los que sostuviste y defendiste.

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“Son tiempos de cinismo en gobernantes, que pretenden con la inclusión en puestos de antiguos opositores, ganar legitimidad; y han sido, por lo menos ingenuos en muchos, tratar de convencer que su decisión personal es parte de un proceso de cambio democrático general, confundiendo su cansancio con una convicción y haciendo de su interés personal, una pretendida perspectiva general. Incluirse en los espacios de poder de manera aislada, no es un avance, ni una trinchera de la lucha por la justicia, la ética y la democracia”.

El chambismo de Luis y Conchalupe Nava al sumarse al gobierno de Toranzo, considerado uno de los más corruptos e impunes de la historia de San Luis Potosí, provocó un cisma familiar y para los navistas, más cerca del fanatismo que de la defensa verdadera de la democracia y la honestidad en la función pública, pronto olvidaron la traición al doctor Nava por sus dos hijos, traición ya consumada desde el gobierno del yerno del doctor, Horacio Sánchez Unzueta.

Otra de las irregularidades de Luis Nava fue el proyecto fallido del asta para la bandera monumental y la remodelación de la plaza donde está asentada, mal planeada, a un costo millonario, fue otra obra del arquitecto Nava que solo causó perjuicios al erario público.

El Consejo Ciudadano de Transparencia y Vigilancia creado al comienzo del gobierno torancista, presidido por el abogado José Mario de la Garza, fue el que documentó los hechos constitutivos de delitos cometidos por Luis Nava, quien al ser destituido de manera vergonzosa para él y la familia Nava Calvillo,  la Contraloría Estatal aplicó diversas sanciones como la multa de más de 10 millones de pesos y una inhabilitación que aún está vigente para ocupar cargos públicos.

El hijo de Luis Nava, el legislador perredista Xavier Nava parece que lo va a superar en corrupción y mentiras, ahí está su responsabilidad impune en la afectación al erario público por más de 34 millones en la compra del predio a un particular para favorecer a la organización antorchista, de la que se benefició como parte del despacho de “Nava y González Martí SC” que le tocó una millonaria comisión por la operación.

La simulación de Xavier Nava Palacios no tiene límite, formó parte a la Comisión de Transparencia y Anticorrupción de la Cámara de Diputados, pretendió distraer la atención y que se olviden los casos de corrupción en los que ha visto envuelto él mismo en la compra del predio a los antorchistas y su padre como titular de la SEDUVOP.

Xavier Nava como socio administrador del despacho de consultoría con Germán González Martí, fue corresponsable del tráfico de influencias en la compra del predio Las Palmas, con una extensión de más de seis hectáreas, por 34 millones de pesos para favorecer a la organización de Antorcha Popular que lo invadió desde hace años, ya que González Martí primero fungió como apoderado de la inmobiliaria Floypo, dueña del terreno, y fue el encargado de cerrar la compraventa.

Fue tan evidente el conflicto de intereses por el doble papel que desempeñó González Martí con su socio Nava Palacios, que tuvo que pedir “licencia” al cargo el 7 de mayo del 2016, para no regresar jamás,  porque de acuerdo a Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado debió haberse excusado de conocer el asunto

Otro caso ya ventilado de manera pública es la relación de Luis Nava y Xavier Nava con la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, ahora presa en su domicilio por lavado de dinero y otros delitos, ambos trabajaron  para ella en la revista AZ, Educación y Cultura, Xavier Nava como subdirector y su padre como coordinador del Consejo Editorial.

Los descendientes del doctor Salvador Nava Martínez no son tan honestos ni tan dignos como alardean, y carentes de calidad moral se atreven a exigir justicia y castigo a otros políticos cuando ellos mismos tienen una cola de corruptos igual o más larga.

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