En la demanda contra el diputado local del PRI, el agraviado señala: “Las manifestaciones vertidas las llevó a cabo en un contexto malicioso, con evidente intención de ofender y denigrar tanto a mi padre Ricardo Gallardo Juárez, como al suscrito y en general a toda mi familia”.
Con esas actuaciones del citado Romero Calzada, continúa asentando en la acusación Gallardo Cardona, lo expone a él y a los demás integrantes de su familia “al odio, desprecio, deshonra, y descrédito de la gente, en particular de los potosinos”.
Con dichas acciones, Romero le causó —afirma Gallardo Cardona— un “perjuicio claro”. Esto en su calidad “no únicamente de simple ciudadano, sino además en mi calidad de candidato a Senador de la República, al traer como consecuencia la reducción de las preferencias electorales hacia mi persona en el presente proceso electoral”.
En las imputaciones legales contra el diputado priista, Ricardo Gallardo Cardona resalta que la conducta del diputado Romero Calzada la despliega este “valiéndose de su cargo como diputado local, recurriendo al uso ilegal de fondos y servicios pertenecientes al Poder Legislativo”.
“El comportamiento ilegal del señor Romero Calzada”, señala el demandante, fue con “fines personales”, y que de ninguna manera se encuentran dentro de las atribuciones de diputado, inscritas en el artículo 57 de la Constitución local.
Y remata: “No estaba desempeñando su función parlamentaria, de ahí que las manifestaciones vertidas por éste, de ninguna manera se encuentran protegidas por el régimen de inviolabilidad”.