Muchos potosinos perdieron su empleo. Muchos tuvieron que vender sus pertenencias para sobrevivir a la crisis económica y muchos más siguen tratando de sobrevivir a esta pesadilla que también tiene secuestrados a nuestros hijos en sus habitaciones, pensando ya que la libertad y el aire puro son cosas que ya no existen.
¿Podremos celebrar tranquilamente la cena de fin de año cuando hay invitados sin empleo y las viandas para compartir son insuficientes?
¿Podemos soñar el alcance de nuevos objetivos en 2021 sabiendo que las personas que nos inspiraban a dar todo de nosotros mismos no están más?
¿Vivimos en el lugar ideal para levantarnos y seguir luchando por ser felices junto a nuestros seres queridos?
Particularmente pienso que la cena de esta noche tendrá matices de amargura, pero también de alegría por estar vivos, que aún con la pérdida de vidas tan valiosas, debemos seguir adelante, pues ellas así lo hubieran querido, pero también pienso que vivimos en un San Luis Potosí árido y violento que nos dificultará avanzar si no hacemos nada al respecto.
Por ello, en este 2021, las y los potosinos tendremos la valiosa oportunidad de abrirnos camino hacia una democracia auténtica, en la que triunfe el proyecto más idóneo para las necesidades del pueblo y no la imposición de quienes han detentado el poder por casi un siglo, sin importarles las carencias de los indígenas, de los jóvenes, de los hombres y mujeres que ya dieron el mejor de su esfuerzo a la patria y que ahora esperan ser retribuidos con salud, comida y dinero suficiente para pagar sus cuentas.
Así como en el último día de cada año reflexionamos sobre nuestra vida, sobre nuestras pérdidas y nuestras metas alcanzadas o venideras, les invito respetuosamente a reflexionar sobre las graves condiciones de corrupción, desigualdad e indolencia en que vivimos las y los potosinos, y sobre la urgencia de hacer valer nuestro derecho constitucional de quitarles el poder a quienes nos fallaron, a quienes se enriquecieron y usaron las dependencias como agencia de colocación en lugar de utilizarlas para resolver las necesidades de la ciudadanía.
De mi parte, les deseo con el corazón que esta noche podamos estar juntos, con las debidas medidas de protección y dar gracias a Dios por la oportunidad que nos sigue dando de estar vivos, de vernos a la cara y mostrarnos afecto, cariño y solidaridad. Que podamos evocar a quienes perdimos este año con sus mejores virtudes porque éstas nos dejan un mundo mejor, y deseo por último que nos unamos para girar el timón en junio de 2021 y llevar a San Luis Potosí a aguas mansas, prósperas y tranquilas.
¡Sigamos luchando juntos, Feliz y próspero año 2021!
Ricardo Gallardo Cardona.