Opinión – Galindo, sus promesas vacías y su gobernabilidad cuestionable

MRS / Revista Punto de Vista / 13 de Mayo 2024

La ciudadanía merece líderes comprometidos con su bienestar y desarrollo, pero ¿qué sucede cuando esos líderes, en lugar de trabajar por el bien común, se aferran al poder para enriquecerse a costa del erario y del sufrimiento de los ciudadanos? Este es el caso del alcalde Enrique Galindo Ceballo, quien, en su búsqueda de reelección, promete lo que no cumplió en su gestión anterior.

La realidad es sombría: la inseguridad en la capital de San Luis Potosí ha ido en aumento, mientras que la corrupción parece arraigarse cada vez más en las estructuras gubernamentales. Según datos alarmantes, solo el 21.8% de los capitalinos percibe que el Gobierno municipal resuelve los problemas principales, y casi la mitad de ellos, un 49.8%, ha experimentado algún acto de corrupción por parte de alguna autoridad municipal.

Los índices de inseguridad son igualmente preocupantes. Un abrumador 76% de los potosinos se sienten inseguros en su propia ciudad, según una encuesta del Inegi. Además, el 28% de los residentes de la capital han sido víctimas de asaltos o extorsiones, una realidad inaceptable que demanda una acción efectiva por parte de las autoridades municipales.

Sin embargo, en lugar de abordar estos problemas de frente, Galindo ha optado por prácticas cuestionables y políticas clientelistas. Prometer permisos a comerciantes ambulantes a cambio de votos es un claro ejemplo de cómo la política se convierte en un juego de intercambio de favores en lugar de servir al interés público.

Enrique Galindo ha prometido resolver estos problemas, pero sus acciones pasadas no inspiran confianza. Durante su mandato anterior, no ha presentado su declaración 3 de 3, lo que plantea serias dudas sobre su transparencia y honestidad. Además, ha sido señalado por actos de corrupción mientras ocupaba cargos públicos, lo que cuestiona su integridad y compromiso con el bienestar de la comunidad.

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Su falta de un plan de gobierno coherente y alcanzable también es preocupante. ¿Cómo puede prometer resolver problemas tan graves como la inseguridad y la corrupción si no tiene un plan claro para hacerlo?

Es aún más indignante considerar que Enrique Galindo es uno de los alcaldes mejor pagados de todo México, y, sin embargo, parece más interesado en perpetuar su mandato para seguir beneficiándose a sí mismo que en mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. ¿Cuánto más deben sufrir los ciudadanos para que los líderes como Galindo dejen de anteponer sus intereses personales al bienestar colectivo?

Además, es indignante saber que la promoción de la candidatura de Galindo le cuesta al Ayuntamiento la exorbitante suma de 60 millones de pesos, fondos que podrían destinarse a mejorar servicios públicos, infraestructura, o programas sociales para beneficiar a la comunidad en su conjunto.

La reelección de Enrique Galindo Ceballo solo perpetuará un ciclo vicioso de corrupción, inseguridad y falta de representación genuina. Es hora de exigir un liderazgo ético y responsable que realmente se preocupe por el bienestar de todos los ciudadanos, no solo de unos pocos privilegiados. Los potosinos merecen un futuro mejor, y eso comienza con la elección de líderes comprometidos con el servicio público honesto y transparente.

mrenzi@revistapuntodevista.com.mx

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