Diversión en horas laborales en los cumples del SITTGE

Pablo G. de Sandosequi

San Luis Potosí SLP.- Uno de los “programas” que existe en el negocio de Francisca Reséndiz llamado sindicato SITTGE es el de las celebraciones de los cumpleaños de cada trabajador que tiene ahí en las oficinas. Una especie de “tanda” en donde se anotan en una lista que siempre un enviado anota a los participantes, llegando a ser hasta más de 25 en cada año.

Y pues resulta que cuando se llegaba el cumpleaños de alguno de ellos, se ponían de acuerdo en que restaurante iban a desayunar, esto, de 8 de la mañana a las 11, en horas laborales hacían su festejo en restaurantes como La Güera de Tatanacho, El California (cuando estaba en funcionamiento), El Rincón Huasteco, Las Huastecas, Pan Queso etc. No importaba si caía en lunes o en martes, miércoles o jueves, festejaban perdiendo de tres a cuatro horas en el festejo, llegaban muy contentos a trabajar tanto miembros del comité como sub comité y uno que otro de la llamada “comisión de apoyo”, la cosa era hacer fiesta disfrutando todo dentro del horario en funciones, y pobre de aquel que no asistía a los festejos, ya que era sancionado con multas.

Luego de la comilona, el pastel, la cantada de “las Mañanitas” a la hora de pagar la cuenta, cada uno pagaba de su propia bolsa y Francisca “la OPaca Resendiz, mañosamente pedía la factura de 20 o 25 comensales, pero dirigida al sindicato Independiente de burócratas. O sea, ese dinero ella le daba uso ya sea para exentar el IVA, quedarse con más dinero a trabajadores y /o utilizar esas facturas como le diera en gana. Al mes a veces se juntaban hasta cinco o seis fiestas según el calendario de los anotados. Haciendo cuentas era y es un buen negocio, porque ella se quedaba con notas facturadas entre los 4 mil o cinco mil pesos cada semana y en el mes multiplicado hasta por cinco veces, o sea unos 20 mil, listos para ella, buena manera de usar facturas que su sindicato no pagaba sino otros. Por eso el gobierno ya no hace caso, desde que se destapó la cloaca pestilente de quien quiso ser gobernadora, una supuesta candidata que de ciudadana no tiene ni tuvo nada y que ya no recibe las jugosas ganancias que le daban los gobiernos de la herencia maldita.

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