En el concierto gratuito ofrecido este jueves, donde las y los asistentes vivieron una noche inolvidable de entrega de corazón y profesional, ante un público de más de 600 personas, el coro ruso abrió una puerta hacia su público que, entusiasmado, participó como pocas veces, para su deleite con la música folklórica, tradicional y operística, que no requirieron traducción debido al idioma universal de la música.
El maestro José Miramontes Zapata comentó que las figuras vocales fueron extraordinarias, especialmente el contratenor, de clase mundial, el bajo fue excepcional y las sopranos hicieron gala de su versatilidad, “valió el esfuerzo realizado por el Gobierno de Ricardo Gallardo, quien se entusiasmó con el material del grupo coral y dio luz verde para que pudiéramos disfrutar de una noche extraordinaria”, que se organizó en dos jornadas.
Entre las piezas de música tradicional rusa, ejecutaron Mi Guardia Rojo, de la época de la Revolución de 1917, así como las folclóricas urbanas y campesinas Kalinka, Ojos Negros, Katiusha, Noches de Moscú y Gitana Adorable; de la tradición jazzística incluyeron Dubi-du-du-li y la popular latinoamericana María Isabel, y entre los arreglos especiales cantaron Oda a la Alegría, de Beethoven, Recóndita Armonía de Puccini y el Adagio de Albinoni, a seis voces.
El concierto del Coro Turetsky y Soprano, fue el primero en México, como se ha presentado en Madrid, Budapest, Roma, Nueva York, Viena y otros escenarios internacionales, y fue un nuevo éxito del Gobierno de Ricardo Gallardo, quien le ha apostado al impulso de las diferentes manifestaciones artísticas.