- La colaboración de la sociedad potosina ha sido importante en la contención de la enfermedad.
San Luis Potosí SLP.- Este domingo 13 de marzo, se cumplen dos años del registro del primer caso de Covid-19 en San Luis Potosí, lo que significó el inicio de la pandemia que a la fecha ha puesto en riesgo la salud de 177 mil 391 potosinas y potosinos, y ha fragmentado a familias con la pérdida de siete mil 571 personas.
Sin embargo, a 24 meses de distancia, la población debe sentirse fortalecida por la experiencia adquirida y porque cuenta con el Gobierno del Estado a través de los Servicios de Salud, que hoy han emprendido acciones que permiten una verdadera recuperación de la vida cotidiana y económica.
La incertidumbre en la que a lo largo de los meses ha impactado, de manera gradual ha ido desapareciendo con la implementación de estrictas medidas de prevención y protocolos sanitarios basados en evidencia científica con la colaboración de expertos médicos que conforman el Comité Estatal para la Seguridad en Salud (CESS), órgano multidisciplinario formado en los primeros días del anuncio mundial de la epidemia, y que gracias a ello, se han tomado las decisiones menos lastimosas o perjudiciales para la población siempre buscando garantizar la salud de las y los potosinos.
El día 13 de marzo del 2020, y luego de que el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) confirmara el primer resultado positivo para San Luis Potosí, tratándose este de una mujer de edad adulta con antecedente de viaje por España e Inglaterra, se implementaron las acciones sanitarias que en ese momento se tenían en conocimiento, sin existir a ciencia cierta ningún tratamiento específico mediante medicamentos. El temor y el riesgo de hace 24 meses, a comparación de hoy, eran mayúsculos.
Una de las ventajas que San Luis Potosí tuvo en ese entonces, es que el Comité Estatal para la Seguridad en Salud, recomendó que se adelantara la Declaratoria de Emergencia sin que existiera una instrucción por parte de la Federación, y esto permitió que en la Entidad se emprendieran protocolos basados en la experiencia que se tenían a nivel mundial de lugares donde ya estaban experimentando situaciones alarmantes por la presencia y registro de miles de casos por Covid-19.
El enemigo número uno hizo presas a cientos de potosinos y potosinas que mostraron incredulidad ante una enfermedad desconocida. La desinformación hizo creer a la población de que todo se trataba de un invento, de un distractor, de una mentira. Esta situación complicó en mucho a la autoridad sanitaria que hacía esfuerzos de manera institucional tratando de convencer de que todos corrían grave riesgo de enfermar y morir.
Al paso de los meses la crisis alcanzó a San Luis Potosí pues ya vivía un escenario catastrófico en hospitales públicos y privados, donde el personal médico y de enfermería no se daba abasto con tantos pacientes que llegaban en estado crítico. Las unidades monitoras instaladas a lo largo y ancho de la Entidad, también fueron rebasadas en su capacidad y las historias de muerte se contaron todos los días.
Médicos, enfermeras, camilleros, y un sinfín de personas comenzaron a enfermar y muchos se quedaron en el camino. Se tratan de héroes que dieron todo por salvar la vida de los demás.
Un nuevo Gobernador, una nueva administración en los Servicios de Salud de San Luis Potosí, dieron en su primera semana la noticia de que el Estado entraba en semáforo verde, la pandemia alcanzó números bajos en casos, hospitalización y también en decesos por poco más de tres meses, sin embargo, se tuvo la claridad de asumir que no se podía bajar la guardia.
La temporada navideña y la llegada de la variante ómicron incrementó los casos hasta más de 2 mil diarios, pero la decisión de aplicar pruebas masivas para detección de Covid-19 y aplazar el regreso a clases permitió contener la cuarta ola.
Se compraron 180 mil pruebas de antígenos, y aplicar, en enero, en diez días de manera masiva en toda la Entidad más de 37 mil, fue una acción determinante para que quienes obtenían un resultado positivo se quedaran en casa, y fue posible no tener hospitales desbordados ni alto número de defunciones, y por fin, tres semanas después de la fecha programada, con aulas y escuelas desinfectadas, dictámenes de protocolos revisados y aprobados, regresaran menores, adolescentes y jóvenes, así como personal docente a las aulas.
Hoy, a dos años de distancia, de miles de enfermos y muertos, la esperanza de sobrevivir al Covid-19 crece con la vacuna para prevenirlo y con medicamentos que ayudan como tratamiento pero, esto no es suficiente si la gente no aplica la experiencia vivida y continúa cuidándose, contribuyendo con actos de corresponsabilidad y solidaridad.
A 24 meses de pandemia, hoy el futuro de San Luis Potosí es más claro con un actual Gobierno del Estado que sabe y entiende que debe privilegiarse la salud de la población implementado acciones que al mismo tiempo están garantizando un regreso seguro a las actividades escolares, de trabajo, a los deportes, a los actos sociales, y a la actividad económica.