Señaló que, actualmente en la mayoría de las entidades del país, no se requieren procedimientos o pruebas estrictas que puedan verificar la capacidad de conducción óptima de las personas.
La licencia de conducir se ha convertido en un documento que expide el Estado con un fin recaudatorio solamente, y no con un fin que tenga que ver con la seguridad, la vialidad y la movilidad.
Por ello, “aún en la actualidad, la expedición la realiza la Secretaría de Finanzas, y no como debería de ser, que es la Secretaría del ramo que tiene que ver con la seguridad y la movilidad, por lo que valdría la pena que el Poder legislativo se enfocara en ello”.
Ramírez Konishi consideró que, “la gente que tiene licencia de conducir, lo hace más porque este documento es uno de los requisitos indispensables en México, para los principales trámites de aclaración de multas, infracciones y el cobro de indemnizaciones en los seguros de autos”.
Explicó que, el actual régimen de coordinación fiscal entre la federación y los gobiernos estatales genera un escenario complicado para las entidades federativas, ya que hay poca autonomía fiscal, alta dependencia de las transferencias federales y muy baja recaudación.