Principalmente se tiene que garantizar la vacuna a los menores que tienen una situación de salud especial, susceptible a cambios de clima, ya que de otra manera se pondría más en riesgo su salud.
Las autoridades de salud ya tienen el proyecto de vacunar a los menores de 14 años y eso es positivo, pero es necesario ampliarlo a los menores de educación básica, porque de esta manera se podrá tener un retorno más seguro a las aulas.
Se estima que el 40 por ciento de los planteles educativos no tienen condiciones aptas para el regreso a clases, debido principalmente a la falta de agua y hay otros con aulas muy pequeñas, que no pueden albergar a cierta cantidad de niños manteniendo la sana distancia.
Consideraron que el uso correcto del cubrebocas tiene que seguir siendo preventivo y no coercitivo, se trata de crear una cultura de la prevención concientizando a los ciudadanos de que es una de las maneras de evitar la propagación del virus.
Reconocieron que cuando se normalicen las clases será necesario reforzar algunas áreas de aprendizaje como las matemáticas y el español, además de que el rezago no solamente será educativo sino de convivencia porque hay afectaciones en la salud mental de los niños y sus padres, por toda la situación que se ha estado viviendo.
Los docentes tienen la capacitación para sacar adelante la responsabilidad asumida, pero hay otras circunstancias que afectan a los niños y tienen que ver con la ausencia en el aula, pues no es lo mismo tomar las clases por la vía virtual.