- Las formas saludables de convivencia, aquellas conductas no violentas se pueden entrenar y trabajar como cualquier otro arte.
La dependencia destacó que las mujeres que logran salir del ciclo de violencia de género fueron principalmente aquellas que cuentan con redes de apoyo fuertes entre familia y amistades que se convirtieron en su sustento emocional, de protección y hasta económico.
La red de apoyo se considera como la suma de todas las relaciones que una persona percibe como significativas, contribuye a su propio reconocimiento como individuo, constituye una de las claves centrales de la experiencia de la identidad de bienestar, hábitos de cuidado de la salud y capacidad de adaptación a una crisis. Es por ello, que una red de apoyo es el círculo de amistades y familiares al que las mujeres víctimas de violencia pueden acudir para encontrar acompañamiento, apoyo y oportunidades para salir del ciclo en el que se encuentra.
Dominar el arte de la no violencia, no es fácil, porque hemos interiorizado y normalizado el maltrato psíquico y emocional, y no consideramos una larga lista de tipos de violencia como: las burlas, los insultos, las humillaciones, los sarcasmos y las muestras de desprecio, los acosos, la invasión de privacidad, el ser ignoradas, difamadas o degradadas. A pesar de que no nos gusta sufrir violencia, cuesta mucho no ejercerla sobre los demás, porque hemos creído que tenemos derecho a hacer sufrir a las personas que no hacen lo que queremos o a aquellas personas que no nos caen bien.
Las formas saludables de convivencia, aquellas conductas no violentas, se pueden entrenar y trabajar, como cualquier otro arte, iniciando por comprender el valor de las redes de apoyo y como éstas son parte fundamental de nuestra supervivencia.
Los Servicios de Salud en el estado llaman a buscar construir redes de apoyo sólidas, y en caso de vivir algún tipo de violencia o tener dudas, acudir a la unidad de salud más cercana, donde se les escuchará, atenderá y canalizará para recibir atención especializada.