La titular del área, Patricia Véliz Alemán, informó que la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) extendió el permiso en 2013 para la rehabilitación de este sitió, con las directrices para la restauración.
Con base a ello se realizaron los trabajos con recursos municipales para devolver el esplendor a este sitio, se reemplazaron las piezas dañadas o faltantes por cantera similar al color y de mayor dureza a las originales.
Explicó que la balaustrada estaba muy deteriorada por el vandalismo, la falta de mantenimiento y la piedra tenía los poros muy abiertos, situación que permitía una mayor absorción de agua y humedad, lo que originaba el desgaste del material; varias de ellas estaban selladas con cemento que tapan los poros de las piedras y evitaron que respirara.
La funcionaria enfatizó que de acuerdo a los lineamientos del INAH que viene establecidos en el proyecto de rehabilitación, se dejó un tramo original de la balaustrada, el que presentaba menor daño, para posteriormente realizar su reparación.
En términos generales, abundó, se reparó cerca del 90 por ciento de la balaustrada, incluyendo copones, arranques, entradas sobrebases, bases, banquetones, rodapiés y pasamanos; el encargado de la obra fue el maestro Juan Esquivel Maya, proveniente de una familia de cantereros de la comunidad de Arroyos.
Véliz Alemán recordó que la rehabilitación de las áreas verdes de este sitio emblemático de la ciudad está a cargo de la empresa Zoppas Industries de México, empresa socialmente responsable, en coordinación con el gobierno capitalino.
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