Retrasos y caos en obra de Julián de los Reyes

Comerciantes denuncian afectaciones y falta de resultados en la rehabilitación del Centro Histórico.

San Luis Potosí, México. Las obras de rehabilitación en la calle Julián de los Reyes, en pleno Centro Histórico de la capital potosina, se han convertido en otro ejemplo del rezago y desorganización con que opera la administración municipal, pues aunque el ayuntamiento insiste en que el proyecto “avanza conforme a los tiempos establecidos”, lo cierto es que la vialidad seguirá cerrada hasta diciembre, afectando a vecinos, peatones y comerciantes.

Desde hace meses, los trabajos han provocado embotellamientos, polvo, ruido y pérdidas económicas para los negocios de la zona, sin que exista una comunicación clara sobre los avances reales. La autoridad municipal intenta justificar el retraso asegurando que la calle estará “circulable” durante la temporada decembrina, aunque reconoce que la obra no estará terminada en su totalidad, lo que anticipa una apertura parcial y temporal, más orientada a contener la molestia ciudadana que a ofrecer resultados concretos.

El Ayuntamiento de San Luis Potosí sostiene que el programa de obra —que incluye más de 215 intervenciones en distintas vialidades— se ha cumplido en tiempo y forma. Sin embargo, en el caso de Julián de los Reyes, la realidad desmiente los discursos optimistas: los retrasos se acumulan, las molestias persisten y los comerciantes reportan pérdidas durante los meses más importantes del año para sus ventas.

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El supuesto acuerdo con la Canaco para acelerar los trabajos y abrir la calle durante diciembre revela más una decisión política que técnica, buscando mitigar críticas ante la evidente falta de planeación. Incluso se contempla abrir parcialmente la vialidad durante el Buen Fin, una medida que, lejos de resolver el problema, podría generar caos vial en una de las zonas más transitadas del centro.

La rehabilitación de Julián de los Reyes, que en un principio fue presentada como símbolo de modernización, hoy refleja la lentitud, opacidad y descoordinación con que se ejecutan las obras públicas en la ciudad. Mientras tanto, los habitantes y comerciantes de la zona siguen pagando las consecuencias de una administración que promete eficiencia, pero entrega retrasos y justificaciones.

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