Las autoridades de la ciudad extendieron la ruta del desfile para acomodar a la multitud, que era más grande de lo que esperaban.
Las personas se aglomeraron en las calles de la ciudad e incluso en estacionamientos y edificios aledaños a la ruta, que ahora será de 20 cuadras.
Manuel Mejía y su hijo de 15 años, Jonah, se acomodaron en un buen puesto temprano en la mañana. Ambos se instalaron con sillas plegables en una esquina en la que podrían ver el inicio y final del desfile.
“Quería conseguir un buen lugar, esto va a estar repleto”, dijo Mejía, de 43 años, quien dijo que es fanático de los Astros desde que su padre lo llevó a su primer partido cuando tenía ocho años.
Fuente: http://www.lacronica.com