Al menos 21 personas murieron y otras 15 resultaron heridas al precipitarse un autobús de estudiantes al embalse de Hongshan de la localidad de Anshun, en la provincia suroccidental china de Guizhou, informaron los medios locales.
Aunque en un principio los medios de la zona informaron solo de dos víctimas mortales entre las 18 personas rescatadas, pasadas las 18.30 hora local (10.30 GMT, unas siete horas después de que se produjese el accidente) la agencia oficial Xinhua actualizó el balance citando a las autoridades locales.
Los supervivientes han sido ingresados en los hospitales cercanos para recibir tratamiento, según el diario local Guizhou Daily.
Los estudiantes se dirigían a realizar el examen de acceso a la universidad en China, conocido como “gaokao”, indicó la televisión estatal, que ha difundido unas imágenes en las que se ve cómo el autobús, por causas desconocidas, atraviesa una carretera en dirección frontal hacia la barrera que la separaba del embalse.
Según vídeos y fotos difundidos por las redes sociales, el autobús ha sido sacado ya del agua del embalse, donde no llegó a hundirse por completo.
Cuando fue retirado del agua no había ningún pasajero en su interior, de acuerdo con testigos citados por el diario oficial Global Times.
Un total de 10.7 millones de estudiantes chinos comenzaron hoy los exámenes de acceso a la universidad, entre exhaustivas medidas de prevención contra la COVID-19.
Los estudiantes de regiones clasificadas con riesgo de moderado a alto tendrán que usar mascarillas antes de entrar al aula donde se examinen, mientras que los profesores que supervisan las pruebas deberán llevarlas en todo momento.
Para minimizar los riesgos de contagio, el “gaokao” se pospuso un mes: tendrá lugar hasta el próximo 10 de julio, dependiendo de la provincia, y estará también marcado por los meses de encierro de los estudiantes, que han tenido que preparar la prueba desde sus casas.
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