La Cámara Baja de Estados Unidos, de mayoría republicana, ha dado luz verde formalmente a la investigación de juicio político (‘impeachment’) dirigida por los conservadores contra el presidente Joe Biden. La aprobación, con 221 votos a favor y 212 en contra, busca facilitar a los republicanos el acceso a información, documentos y testimonios relacionados con las pesquisas iniciadas unilateralmente en septiembre por el entonces presidente de la Cámara, Kevin McCarthy.
Durante el debate parlamentario, James Comer, presidente del Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes, destacó la importancia y necesidad de la investigación, criticando la supuesta obstrucción de la Casa Blanca a testimonios clave. Los republicanos apuntan a los presuntos negocios de la familia Biden con “adversarios” como China, basándose en sus lazos políticos.
James Comer, junto con los representantes Jim Jordan y Jason Smith, coordina las pesquisas que hasta ahora han concluido que la familia Biden recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos extranjeros entre 2014 y 2019. Hunter Biden, hijo del presidente, fue convocado para declarar, pero su negativa refuerza la necesidad de la formalización de la investigación, según Comer, quien planea denunciarle por desacato.
El congresista demócrata Jim McGovern argumenta que la investigación es una continuación de la “cruzada” republicana para revertir los resultados de las elecciones de 2020. La Constitución de EE. UU. establece que el presidente puede ser destituido en un juicio político por “delitos o faltas graves”, y la Cámara de Representantes deberá votar si presenta cargos contra el mandatario en el futuro.