
Sídney, Australia.- Un ataque armado perpetrado por un padre y su hijo durante una celebración por la primera noche de la festividad judía de Janucá dejó 15 personas muertas y decenas de heridos en Bondi Beach, uno de los puntos turísticos más emblemáticos de Sídney, informaron autoridades australianas, que clasificaron el hecho como un acto terrorista.
La Policía de Nueva Gales del Sur confirmó que más de tres docenas de personas fueron trasladadas a hospitales, varias de ellas en estado crítico. Las víctimas fatales tenían entre 10 y 87 años, lo que evidenció la magnitud indiscriminada del ataque.
Los agresores fueron descritos como un hombre de 50 años y su hijo de 24. De acuerdo con el reporte oficial, el padre murió tras recibir disparos de la policía durante el operativo, mientras que el joven resultó gravemente herido y permanece bajo custodia. Las autoridades no han revelado sus identidades.
Videos difundidos en redes sociales captaron el momento en que un civil se acercó sigilosamente a uno de los atacantes entre dos vehículos, lo derribó por la espalda y le arrebató un arma larga. El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, calificó al hombre como un “verdadero héroe” por su intervención.
La agresión ocurrió mientras cientos de personas se congregaban en Bondi, una franja de arena de 800 metros, a pocos kilómetros del centro de la ciudad, para una ceremonia comunitaria. Niños jugaban y había música cuando los atacantes descendieron de un automóvil hatchback plateado, cerca de un puente, y comenzaron a disparar contra la multitud.
“El ataque arrasó con todo. Fue una masacre”, relató Danny Ridley, fotógrafo que cubría el evento, quien aseguró que uno de los agresores le disparó mientras se ocultaba detrás de un parquímetro.
Testigos describieron escenas de pánico. Lachlan Moran, de 32 años, originario de Melbourne, contó a The Associated Press que soltó lo que llevaba en las manos y huyó al escuchar los primeros disparos. Aseguró haber escuchado detonaciones intermitentes durante cinco minutos, mientras las personas corrían y lloraban.
Otra testigo, Grace, de 30 años, quien pidió omitir su apellido, relató junto a su pareja Joel Sargent que observaron desde la ventana de su hotel a personas escondiéndose detrás de autos y árboles. “Los gritos eran constantes y el sonido del arma era estremecedor. Fácilmente fueron más de 50 disparos”, afirmó.
La Policía informó que el operativo continúa activo y que objetos sospechosos hallados en los alrededores están siendo analizados por unidades especializadas. Entre ellos se encuentra un dispositivo explosivo improvisado, localizado en el vehículo de uno de los atacantes.
Los servicios de emergencia recibieron el primer reporte alrededor de las 18:45 horas, tras llamadas que alertaban sobre disparos en Campbell Parade, vía principal de la zona costera. Las autoridades mantienen acordonado el sector mientras avanzan las investigaciones.











