El presidente Joe Biden ha autorizado por primera vez el uso de misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos para que Ucrania los utilice en ataques dentro de territorio ruso. Esta decisión, reportada por la agencia AP, marca un cambio importante en la estrategia de apoyo militar de Estados Unidos hacia Ucrania, justo cuando Biden se prepara para dejar el cargo y el presidente electo Donald Trump ha prometido limitar dicho apoyo.
La autorización se produce en un contexto de creciente preocupación por el despliegue de miles de tropas norcoreanas en Rusia, que apoyan la invasión de Ucrania liderada por el presidente Vladímir Putin. Según fuentes anónimas, los misiles probablemente se utilizarían inicialmente en la región de Kursk, donde Ucrania enfrenta a las fuerzas rusas y norcoreanas.
A medida que la guerra en Ucrania se adentra en su tercer invierno, los aliados de Estados Unidos están alarmados por la cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia. Se estima que Corea del Norte podría enviar hasta 100,000 tropas a Rusia, lo que podría alterar el equilibrio de seguridad en la región del Indo-Pacífico. Esta situación ha llevado a discusiones más intensas entre los aliados sobre las implicaciones de los ataques con misiles, especialmente con la inminente cumbre del G20 en Brasil.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, ha estado instando a sus aliados a permitir el uso de armas occidentales para atacar objetivos militares en Rusia, argumentando que esto ayudaría a Ucrania a defenderse mejor de los ataques a su infraestructura crítica. Sin embargo, algunos aliados temen que el uso de estos misiles pueda llevar a una escalada del conflicto.
Además, se espera que la administración Biden implemente más sanciones contra Corea del Norte antes de que Biden deje el cargo, mientras continúa enviando ayuda a Kiev en un esfuerzo por fortalecer su capacidad defensiva frente a la invasión rusa.
