Biden estudia el despliegue de miles de soldados en Ucrania

La OTAN ha anunciado este lunes que sus aliados están poniendo sus fuerzas en “estado de alerta” y enviando buques y aviones de combate adicionales hacia el este de Europa para reforzar el flanco oriental. El anuncio llega en una semana quizá decisiva ante la escalada de tensión entre Occidente y Moscú por la acumulación de tropas rusas en la frontera de Ucrania, y mientras Washington debate con sus socios europeos los próximos pasos. Entre los países occidentales, Estados Unidos y Reino Unido ofrecen las mayores muestras de inquietud sobre una posible acción de Moscú en Kiev a corto plazo.

“Celebro que los aliados contribuyan con fuerzas adicionales a la OTAN”, ha declarado el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, a través de un comunicado. “La OTAN seguirá tomando todas las medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados, incluso reforzando la parte oriental de la Alianza. Siempre responderemos a cualquier deterioro de nuestro entorno de seguridad, incluso reforzando nuestra defensa colectiva”.

Stoltenberg ha añadido que la Alianza está considerando incrementar también la presencia en el sudeste europeo (en países como Bulgaria y Rumania) a través de batallones similares a los que ya operan en los países bálticos y Polonia. “Evaluaremos y tomaremos la decisión cuando sea el momento adecuado”, ha explicado este lunes en una comparecencia en la que ha destacado que “por primera vez en décadas”, Washington ha puesto “bajo mando de la OTAN” un grupo aeronaval formado por varios buques y portaaviones.

Mientras prosiguen los esfuerzos diplomáticos por evitar un desastre bélico a las puertas de la UE, varios miembros de la OTAN han anunciado estos últimos días despliegues “actuales o futuros”, según recoge el comunicado emitido por la Alianza. Entre ellos se encuentra España, que “está enviando barcos para unirse a las fuerzas navales de la OTAN y está considerando el envío de aviones de combate a Bulgaria”, afirma la nota.

Estados Unidos parece ir un paso más allá que el resto de aliados, al menos, en cuanto a los detalles que se han dado a conocer. La Administración de Joe Biden está evaluando el envío de miles de tropas, buques de guerra y aviones a Europa del Este y los países bálticos. Altos cargos del Pentágono presentaron un abanico de posibilidades este fin de semana al presidente en una reunión en Camp David, según explicaron fuentes del Gobierno a diferentes medios locales.

Las opciones incluyen el despliegue de entre 1.000 y 5.000 soldados en el flanco oriental de la OTAN (Estonia, Letonia, Lituania), según los números avanzados por The New York Times, pero el refuerzo de la presencia militar en Ucrania no está hoy por hoy sobre la mesa, para desesperación del Gobierno de Kiev. El portavoz del Pentágono, John Kirby, ha informado este lunes de que hasta 8.500 soldados están en “alerta máxima” para un posible despliegue. Biden tiene previsto tomar la decisión esta semana, pero diferentes unidades ya han empezado a prepararse para un posible traslado, bien desde bases ubicadas en Estados Unidos o bien desde otros emplazamientos europeos.

Estos planes trascendieron al mismo tiempo que Washington autorizaba la salida de Ucrania a todo su personal no esencial y recomendaba a todos los ciudadanos estadounidenses que dejen el país, una medida también adoptada por el Reino Unido que, por una parte, incrementa la sensación de un conflicto militar cada vez más inminente y, por otra, muestra la asimetría con la Unión Europea, que no ha visto necesario este paso. Para reforzar la unidad y la coordinación, Biden se reunió con líderes europeos (los de la UE y la OTAN, además de los mandatarios de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Polonia) este lunes por la tarde por videoconferencia.

Tras la conversación, que se prolongó más de una hora, los interlocutores destacaron la unidad transatlántica, según fuentes comunitarias, así como la apuesta por mantener abiertas todas las vías diplomáticas con Rusia. Biden se pronunció en una línea similar tras la conferencia: “He tenido una reunión muy, muy, muy buena. [Hay una] unanimidad total con todos los líderes europeos”, dijo.

La sospecha de que Rusia prepara ya actuaciones concretas se enfatizó también desde el Reino Unido. Boris Johnson ha advertido al Gobierno de Vladímir Putin de que una hipotética invasión de Ucrania sería “un paso desastroso” y que, “desde una perspectiva rusa, sería algo doloroso, violento y sangriento”, informa Rafa de Miguel desde Londres. El primer ministro británico ha dado por descontadas las intenciones bélicas del Kremlin, al asegurar que “las informaciones de los servicios de inteligencia son muy claras, en el sentido de que hay 60 batallones rusos en la frontera con Ucrania, y el plan para lanzar una guerra relámpago para tomar Kiev es algo que puede ver cualquiera”.

Durante una visita programada a un hospital, Johnson se ha dirigido a los medios británicos para afirmar que “el panorama es bastante sombrío”, y que había emprendido su propia ronda de contactos telefónicos con otros líderes políticos para intentar evitar una escalada bélica. “Conozco bien al pueblo ucranio, he estado allí en varias ocasiones”, ha dicho Johnson, convencido de que la población responderá ante una posible agresión. “El Reino Unido está liderando la propuesta de un paquete de sanciones económicas [contra Rusia], y va a ayudar a reforzar la resistencia de nuestros amigos ucranios con el armamento defensivo que les estamos suministrando, y dejando claro a la vez que apoyamos por completo al pueblo de Ucrania”, ha asegurado el primer ministro británico.

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