El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comunicó este lunes a sus compañeros demócratas en el Congreso su firme compromiso de continuar en la carrera presidencial de 2024. En un intento por disipar los temores de que el partido pueda perder tanto la Casa Blanca como el Congreso en las elecciones del 5 de noviembre, Biden aseguró: “No me voy a ir a ninguna parte”.
Durante una llamada telefónica al programa Morning Joe de MSNBC, Biden abordó las preocupaciones que han surgido tras un desempeño considerado pobre en el debate del 27 de junio contra el republicano Donald Trump. La falta de respuestas contundentes en eventos públicos posteriores ha incrementado las dudas entre los demócratas sobre su capacidad para ganar o gobernar otros cuatro años.
Las conversaciones internas se intensificarán con el regreso de los legisladores al Capitolio. Según varios informes, algunos demócratas de alto rango de la Cámara de Representantes han solicitado a Biden que se retire, aunque otros continúan apoyándolo.
En una carta dirigida a los demócratas, Biden reconoció las preocupaciones expresadas pero insistió en la necesidad de unidad: “La cuestión de cómo avanzar ha sido bien ventilada desde hace más de una semana. Y es hora de que termine”, escribió. “Tenemos una tarea. Y es vencer a Donald Trump”.
El partido demócrata enfrenta una batalla cuesta arriba para defender su mayoría de 51 a 49 en el Senado, especialmente en estados que suelen inclinarse hacia los republicanos. Algunos dentro del partido creen que recuperar una mayoría en la Cámara baja es su mejor oportunidad de mantener poder en Washington si Trump, de 78 años, recupera la Casa Blanca.
Biden continuará reuniéndose con votantes en diversos lugares, incluyendo iglesias y locales de sindicatos, en los próximos días. Paralelamente, planea mantener comunicación con legisladores conocidos de larga data para calmar las preocupaciones dentro del partido.
Un número creciente de legisladores demócratas ha expresado su inquietud por los bajos índices de aprobación pública de Biden, su edad y su idoneidad para el cargo, factores que podrían perjudicar al partido en varias elecciones a la Cámara baja que están muy cerradas.
La vicepresidenta Kamala Harris es vista como la sucesora más probable en caso de que Biden decida hacerse a un lado.
El domingo, Biden hizo una serie de apariciones de campaña en Pensilvania, un estado clave en las elecciones. Estuvo acompañado por el senador John Fetterman, quien ha rechazado los llamados a que Biden abandone la carrera presidencial.
Una encuesta de Reuters/Ipsos de la semana pasada reveló que uno de cada tres votantes demócratas registrados creía que Biden debería abandonar la carrera, y el 59% de los encuestados del partido del presidente opinaba que es demasiado mayor para trabajar en el gobierno.
Los desafíos de Biden parecen aumentar el número de carreras electorales que preocupan a los demócratas de cara a noviembre. Las encuestas internas del partido muestran que estados como Nuevo México y Virginia se han vuelto más competitivos después del debate, y el Centro para la Política de la Universidad de Virginia ha modificado sus calificaciones sobre Michigan y Minnesota a ligeramente más favorables para los republicanos. Estos estados albergan algunas de las elecciones a la Cámara de Representantes más competitivas, un factor crucial dado el estrecho margen de control republicano de 219-213.
