En los últimos cuatro días, la Franja de Gaza ha sido escenario de una escalada de violencia que ha dejado una desgarradora cifra de muertes y destrucción. Los bombardeos de Israel sobre este enclave palestino sitiado han cobrado la vida de al menos 11 trabajadores de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y siete periodistas. Esta crisis se desarrolla en el contexto de un bloqueo total impuesto por Israel desde el inicio del conflicto con las milicias palestinas.
De acuerdo con un comunicado emitido por la ONU, entre los fallecidos se encuentran cinco profesores de la UNRWA, un ginecólogo, un ingeniero, un consejero psicológico y tres miembros de apoyo. Lo más alarmante es que algunos de ellos perdieron la vida en sus propios hogares, junto a sus familias, en medio de los bombardeos indiscriminados.
Además de los trabajadores de la UNRWA, se ha reportado la trágica muerte de al menos siete periodistas, mientras dos resultaron heridos y otros dos permanecen desaparecidos como consecuencia de los ataques. Estos periodistas, todos palestinos, se identificaron como Mohammad Al-Salhi, Mohammad Jargoun, Ibrahim Mohammad Lafi, Saeed Al-Taweel, Mohammed Sobih, Hisham Alnwajha y Salam Mema. Cuatro de ellos perdieron la vida debido a los bombardeos israelíes sobre Gaza el mismo día del ataque de Hamás, mientras que los tres primeros murieron a causa de disparos, según informaciones de medios palestinos y organizaciones de prensa citadas por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
La UNRWA también lamenta la pérdida de 30 estudiantes, 17 niñas y 13 niños, debido a los bombardeos indiscriminados, resultando en ocho menores heridos. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, al menos un millar de personas, incluyendo casi 300 menores, han perdido la vida, mientras que más de cinco mil personas han resultado heridas.
La organización ha denunciado que ha habido daños colaterales y directos en aproximadamente una veintena de sus instalaciones, incluyendo escuelas que albergan a civiles desplazados, y también la sede de la UNRWA en Gaza. La ONU reiteró que los edificios de Naciones Unidas, escuelas y otras infraestructuras civiles, especialmente aquellas que albergan a familias desplazadas, no deben ser objeto de ataques.
Según los informes, al menos 264,000 personas han sido desplazadas dentro de Gaza, de las cuales 175,500 están refugiadas en más de 80 escuelas de la UNRWA en la Franja de Gaza. La situación es crítica, con refugios masificados y disponibilidad limitada de alimentos, artículos básicos y agua potable, debido al bloqueo total impuesto por Israel. La ONU advierte que esta situación podría derivar en una catástrofe humanitaria.
Los continuos bombardeos de los últimos días han causado una enorme destrucción, cobrando la vida de más de mil personas y dejando a más de cinco mil heridos. Más de 500 edificios residenciales y tres escuelas han sido completamente destruidos, según datos de las autoridades gazatíes. La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria de proporciones alarmantes, mientras la comunidad internacional busca una solución para poner fin a esta espiral de violencia.
