Buque de guerra de EE.UU. llega a Trinidad y Tobago

El destructor USS Gravely realizará ejercicios militares mientras crece la tensión entre Washington y el Gobierno de Nicolás Maduro.

Puerto España, Trinidad y Tobago. — Un buque de guerra estadounidense lanzamisiles, el USS Gravely, llegó este domingo a Trinidad y Tobago, en medio de la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela, informó el gobierno trinitense.

El destructor permanecerá hasta el 30 de octubre para realizar ejercicios conjuntos con las fuerzas armadas locales, según confirmaron las autoridades del pequeño archipiélago caribeño de 1.4 millones de habitantes.

El arribo del navío fue visible desde la costa de Puerto España, donde habitantes y turistas observaron la maniobra con sorpresa y preocupación.

Washington intensifica la presión sobre Maduro

La llegada del USS Gravely se produce mientras el presidente estadounidense Donald Trump endurece su política hacia Nicolás Maduro, a quien acusa de encabezar redes internacionales de narcotráfico, señalamiento que Caracas niega rotundamente.

Desde agosto, Estados Unidos ha desplegado buques de guerra y portaaviones en el Caribe y ha emprendido ataques aéreos contra embarcaciones de presuntos narcotraficantes, lo que el Gobierno venezolano califica como “un intento de inventar una nueva guerra”.

Trump ha anunciado además el envío del portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo, lo que supone un incremento sustancial del poder militar estadounidense en la región.

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Reacciones divididas en Trinidad y Tobago

Entre los habitantes del país caribeño, las opiniones están divididas.
Algunos ven el despliegue como un intento de “mantener el orden” frente al crimen organizado, mientras que otros temen que la presencia militar desencadene un conflicto armado.

“Dicen que quieren paz y están enviando buques de guerra, no tiene sentido para mí”, dijo Randy Agard, un estadounidense residente temporal en Trinidad.

“Si ocurre algo entre Venezuela y Estados Unidos, podríamos terminar recibiendo golpes”, advirtió Daniel Holder, de 64 años, preocupado por las posibles repercusiones regionales.

La primera ministra Kamla Persad-Bissessar, aliada de Washington, ha respaldado las maniobras y endurecido su discurso contra la migración y el crimen procedente de Venezuela, lo que ha generado tensiones diplomáticas con Caracas, que acusa a su gobierno de “servir a los intereses de Estados Unidos”.

No queremos guerra, queremos paz”, expresó una habitante de Puerto España, reflejando el sentimiento generalizado en el archipiélago ante la presencia del destructor estadounidense frente a sus costas.

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