Las bolsas de Asia y Europa experimentaron un desplome este lunes, impulsado por el creciente temor de los inversores a un posible “aterrizaje brusco” de la economía estadounidense, la más grande del mundo, lo que podría llevar a una recesión.
El índice Nikkei de Japón cerró con una caída del 12.40%, marcando su segunda mayor caída histórica. Este descenso se debió no solo al pesimismo sobre la economía de EE. UU., sino también al fortalecimiento del yen, resultado de la reciente alza de tasas de interés del banco central japonés. En Corea del Sur, la Bolsa de Seúl cayó un 8.77%, mientras que en Taiwán, el índice Taiex se desplomó un 8.35%, registrando el mayor descenso en una sola sesión en su historia. Las acciones de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Hon Hai (Foxconn) fueron particularmente afectadas, perdiendo un 9.75% y un 9.92%, respectivamente.
Las caídas no se limitaron a Asia; las bolsas europeas también se unieron al nerviosismo. En Milán, las acciones cayeron un 2.9%, mientras que Frankfurt y Madrid vieron descensos del 2.5% y 2.4%, respectivamente. El Euro Stoxx, que agrupa a las principales empresas europeas, cayó un 2.4%. La preocupación se intensificó tras la publicación de datos de empleo y actividad industrial en EE. UU. que resultaron peores de lo esperado.
En medio de este clima de incertidumbre, los inversores se están volcando hacia la renta fija, lo que ha llevado a una disminución en la rentabilidad de los bonos. El rendimiento del bono alemán, considerado uno de los más seguros, cayó hasta el 2.104%. El euro se apreció frente al dólar, cambiándose a 1.0936 unidades.
Los precios del petróleo también se vieron afectados, con el crudo Brent cayendo casi un 2% y rondando los 75.3 dólares por barril. Por otro lado, el precio del oro, un activo refugio en tiempos de crisis, retrocedió un 0.8%, situándose en torno a los 2,424 dólares por onza.
Los mercados estarán atentos al índice ISM de actividad del sector servicios en EE. UU., un indicador clave en el contexto actual de inestabilidad económica.