La reunión de cancilleres del G20 dio inicio en Río de Janeiro, marcando la primera jornada de trabajo con un enfoque crucial en las crisis actuales en la Franja de Gaza y Ucrania. El canciller brasileño, Mauro Vieira, inauguró el evento con un llamado a la paz y la cooperación, destacando la necesidad de abordar las tensiones mundiales para hacer frente a la pobreza, las desigualdades y los desafíos climáticos.
El evento, que reunió a los ministros de Exteriores de las principales economías del mundo, se llevó a cabo a puerta cerrada, con la excepción del discurso de apertura de Vieira, transmitido en vivo a través de las redes sociales. Durante la reunión, México se unió al llamado a la solidaridad y el humanismo en las relaciones internacionales, subrayando la importancia de la igualdad, la justicia y el derecho para alcanzar la paz.
En su intervención, el canciller brasileño instó a reformar las organizaciones multilaterales, proponiendo un sistema de gobernanza internacional moderno y eficaz. Criticó la ineficacia del Consejo de Seguridad de la ONU en conflictos como los de Ucrania y Gaza, abogando por la resolución de diferencias a través del diálogo multilateral en lugar de la fuerza armada.
Brasil expresó profunda preocupación por la situación internacional en materia de paz y seguridad, destacando el papel fundamental que el G20 puede desempeñar en la reducción de tensiones internacionales. El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, respaldó esta perspectiva, subrayando la importancia del G20 como foro primordial para abordar los complejos desafíos globales actuales.
Previo a la apertura del evento, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, abordando la paz y el fin de los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza. Las diferencias de enfoque entre ambos líderes se evidenciaron, especialmente en cuanto a la situación en Ucrania.
En paralelo al evento, el canciller brasileño mantuvo encuentros bilaterales con representantes de Argentina, Rusia, Francia, Egipto e Indonesia, destacando la intensa agenda diplomática en el marco de la presidencia brasileña del G20, que concluirá con la cumbre presidencial en noviembre de este año, también en Río de Janeiro.
