La Casa Blanca, a través de la asesora de Seguridad Interna, Elizabeth Sherwood Randall, expresó su gratitud al gobierno de México por la extradición exitosa de Ovidio Guzmán López a Estados Unidos, apodado “El Ratón”, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y acusado de narcotráfico, blanqueo de capitales y otros delitos violentos.
Sherwood Randall elogió la colaboración entre las fuerzas del orden estadounidenses y mexicanas, que permitió la transferencia exitosa de la custodia de Guzmán López al Departamento de Justicia de Estados Unidos. Subrayó que esta acción es un testimonio de la importancia de la cooperación continua entre ambos gobiernos en la lucha contra el narcotráfico y otros desafíos cruciales.
La funcionaria estadounidense afirmó: “Agradecemos a nuestros homólogos mexicanos por su colaboración en la protección de nuestros ciudadanos contra los criminales violentos”. Además, rindió homenaje a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y a los miembros de las fuerzas armadas de ambos países por su valentía y sacrificio en el cumplimiento de su deber de garantizar la rendición de cuentas y la justicia para aquellos que infringen la ley.
Sherwood Randall aseguró que la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris, seguirá utilizando todas las herramientas disponibles para combatir enérgicamente el problema del fentanilo y otros estupefacientes que afectan a tantos estadounidenses.
Por su parte, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, confirmó la extradición de Ovidio Guzmán López y destacó que esta acción es parte del esfuerzo del Departamento de Justicia para combatir todas las facetas de las operaciones del Cartel de Sinaloa. Guzmán, quien había sido detenido en enero por las autoridades mexicanas, ahora enfrenta una serie de cargos federales en diferentes tribunales de Estados Unidos.
Garland agradeció al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por lograr el traslado de Guzmán y reafirmó el compromiso de Estados Unidos de perseguir a aquellos responsables de alimentar la epidemia de opioides que ha afectado a comunidades en todo el país.
En abril de este año, la Justicia estadounidense presentó cargos en tres distritos federales diferentes contra Guzmán y tres de sus hermanos, acusados de asumir el liderazgo del Cartel de Sinaloa tras la extradición de su padre a Estados Unidos. Estos cargos forman parte de una investigación sobre la operación de tráfico de fentanilo más grande y prolífica del mundo, liderada por el Cartel de Sinaloa y alimentada, según las autoridades, por compañías farmacéuticas chinas.
El Cartel de Sinaloa es considerado por Washington como el “más poderoso del mundo” y responsable en gran medida de la producción y manufactura de fentanilo para su distribución en Estados Unidos, donde esta droga, 50 veces más potente que la heroína, es la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años.