Los 800,000 trabajadores federales que se quedaron sin paga debido al cierre parcial del gobierno estadounidense no veían señales de alivio rápido, mientras el Senado programó una votación de propuestas en competencia para poner fin al impás.
El líder de la mayoría en el Senado republicano, Mitch McConnell, dijo que planeaba celebrar una votación el jueves sobre una propuesta demócrata que financiaría al gobierno durante tres semanas, pero que no incluye los 5,700 millones de dólares para el muro fronterizo que exige el presidente Donald Trump.
Las perspectivas parecían sombrías. La Cámara de Representantes ha aprobado varios proyectos de ley similares, pero Trump ha rechazado leyes que no incluyan fondos para el muro en la frontera con México. McConnell dijo anteriormente que no consideraría un proyecto de ley que el presidente republicano se haya negado a firmar.
McConnell también planeaba realizar una votación sobre la legislación que incluiría financiamiento de la frontera y ayuda para los “Dreamers”, personas traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños, un compromiso propuesto por Trump el sábado.
Muchos líderes demócratas descartaron el acuerdo y dijeron que no negociarían sobre la seguridad de la frontera antes de reabrir el gobierno.
Mientras, cientos de miles trabajadores federales que están sin trabajo o que trabajan sin paga están luchando porque termine el cierre, que es el más extenso en la historia de Estados Unidos y este miércoles entró en su día 33.
Muchos empleados, así como contratistas, recurrían a la asistencia por desempleo, a los bancos de alimentos y otros tipos de apoyo. Otros comenzaron a buscar nuevos empleos.
Trump planeaba avanzar en la entrega de su discurso sobre el Estado de la Unión el próximo martes, a pesar de la recomendación de retrasarlo que formuló la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya que las agencias gubernamentales responsables de brindar seguridad se vieron afectadas por el cierre.
“Esas preocupaciones fueron abordadas por el Departamento de Seguridad Nacional y el Servicio Secreto de Estados Unidos. En este punto, estamos avanzando”, dijo el martes a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
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