El gobernador de California, Gavin Newsom, decretó una cuarentena para los casi 40 millones de residentes de la principal economía de Estados Unidos con el fin de frenar los contagios de COVID-19. Además, ordenó el cierre de negocios no esenciales a fin de combatir la propagación del virus. En ese Estado acumulan 19 muertes por esta enfermedad.
La medida obliga a los residentes de California a permanecer en su casa excepto en caso de necesidad esencial. No cerrarán las tiendas de alimentos, bancos, farmacias, restaurantes a domicilio y gasolineras.
Newsom subrayó que prefiere tomar “decisiones drásticas” a exponer al Estado a un contagio más grave. “En este momento necesitamos tomar decisiones difíciles”, dijo.
California proyecta que 56% de sus residentes se infectará en un periodo de ocho semanas, según el gobernador, quien solicitó mil millones de dólares en fondos federales al Congreso de Estados Unidos para apoyar la respuesta médica.
Mientras tanto, en México se contabilizaron 164 casos de COVID-19 y ya se investiga el segundo deceso a causa del virus. El titular de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía Zegarra, informó que se analiza la muerte de un hombre de 74 años, quien padecía hipertensión y tenía antecedente de viaje a Estados Unidos.
Por su parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, señaló que el Consejo de Salubridad General reconoció al coronavirus en México como una “enfermedad grave prioritaria” en la primera sesión extraordinaria.
También se acordó solicitar que las secretarías de Salud estatales definan los planes de reconversión y expansión hospitalaria.
La SRE pide mantener la frontera abierta
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, propuso a Estados Unidos que la frontera común continúe abierta al comercio y trabajo. Aseguró que hizo la propuesta al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo. “Propuse que las medidas para evitar la propagación del COVID-19 no paralicen la actividad económica. Encontré buena disposición”.
Se despiden colegas al bajar los contagios en Wuhan
Un empleado sanitario y un miembro de un equipo de asistencia médica de la provincia de Jiangsu, en China, se despiden y celebran con agradecimiento a todos los trabajadores extranjeros que ayudaron a los pacientes con coronavirus a recobrarse en Wuhan, donde inició el brote de COVID-19. Después de varias semanas, los equipos de expertos comenzaron a dejar Wuhan luego de que el reporte de contagios en esa zona bajara.
Ayer ese país no registró, por segundo día consecutivo, ningún contagio local, aunque el número de casos “importados” sigue, informó la Comisión Nacional de Sanidad.
Italia supera a China en bajas
El número de víctimas mortales en Italia a causa de la epidemia de coronavirus COVID-19 superó ayer al de China, mientras el flagelo se extendía hacia Occidente, donde Estados Unidos y otros países enlistaron a miembros del Ejército y reforzaron todos los aspectos posibles en preparación al incremento de pacientes.
En Estados Unidos (EU), el Ejército preparó hospitales militares móviles para su despliegue en algunas de las principales ciudades. En Madrid, un hotel de cuatro estrellas fue habilitado como hospital.
En la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el secretario general Antonio Guterres dijo que el mundo “está en guerra con un virus” y advirtió que “es casi seguro que se presente una recesión global, tal vez de dimensiones sin precedentes”.
“Si permitimos que el virus se propague como un incendio forestal” especialmente en las regiones más vulnerables del mundo “matará a millones de personas”.
Italia, con 60 millones de habitantes, registró al menos tres mil 405 muertos, unos 150 más que en China, un país con una población 20 veces mayor.
Al mismo tiempo, Wuhan, la ciudad china en donde el virus surgió por primera vez hace tres meses, no reportó casos nuevos, señal de que los rígidos cierres en la nación comunista surgieron efecto.
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