Corea del Norte anunció este miércoles que reabre las líneas de comunicación con Seúl, pero Estados Unidos desconfía de las acciones de Norcorea.
El régimen del líder Kim Jong-un reabrió un enlace de comunicación transfronterizo con Corea del Sur, señaló el Ministerio de Unificación, en la última señal de que Pyongyang está ansioso por mejorar sus relaciones con Seúl en medio de las tensiones sobre los programas nucleares del Norte.
La reapertura de la línea directa suspendida, la cual está ubicada en la aldea de tregua de Panmunjom fue anunciada anteriormente por Ri Son Gwon, jefe de la agencia estatal del Norte que se ocupa de asuntos intercoreanos.
La medida se produce un día después de que el Sur propuso una reunión entre funcionarios de alto nivel la próxima semana para discutir la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang el mes de febrero.
La reapertura del canal de comunicación militar en el área fronteriza después de un paréntesis de casi dos años, fue ordenada directamente por el líder norcoreano.
Un funcionario de la oficina presidencial surcoreana señaló que el anuncio del Norte es un acontecimiento significativo que permitiría mantener la comunicación entre las dos partes en todo momento.
La cascada de desarrollos transfronterizos comenzó el día de Año Nuevo cuando Kim sostuvo en un discurso televisado a nivel nacional que su país está abierto a conversaciones con Corea del Sur sobre su participación en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang.
La decisión contrasta con la creciente guerra de palabras entre Kim y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
China ya ha dado su apoyo a esta reunión. “Celebramos que las dos Coreas hagan esfuerzos para mejorar sus relaciones, disminuir la tensión y propiciar la desnuclearización de la península“, indicó Geng Shuang, portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores.
Pero para Estados Unidos este diálogo no tiene valor alguno si no aborda la cuestión nuclear. “Corea del Norte puede hablar con quien quiera -dijo la embajadora estadounidense Haley- pero Washington no lo tendrá en cuenta hasta que se trate de eliminar las armas nucleares”.
La posición de Washington empaña las primeras señales de deshielo llegadas con este 2018 tras la dramática crisis nuclear entre las dos Coreas del pasado año.
El secretario de Estado Rex Tillerson acotó el mes pasado que Estados Unidos estaría “listo para hablar en cualquier momento con Corea del Norte … y estamos listos para tener la primera reunión sin condiciones previas”.
Sin embargo, la Casa Blanca rechazó rápidamente la oferta , que descartó un diálogo con Pyongyang hasta que “mejore fundamentalmente su comportamiento”. Tillerson luego cubrió sus comentarios iniciales, diciendo que el régimen tendría que “ganar su camino” para las conversaciones.
Fuente: http://aristeguinoticias.com