Una reciente encuesta del centro Pew Research ha revelado que casi la mitad de los simpatizantes del expresidente Donald Trump, quien se postula nuevamente en las elecciones del 5 de noviembre, no confían en que el proceso electoral se desarrolle sin problemas. El estudio indica que el 42% de los votantes de Trump cree que enfrentarán obstáculos durante la votación, en contraste con el 90% de los partidarios de su rival, la vicepresidenta Kamala Harris, quienes confían en el desarrollo de los comicios.
El sondeo muestra una clara división en la confianza hacia el sistema electoral entre los estadounidenses, dependiendo de su afiliación política. Los votantes de Harris tienden a confiar más que los de Trump, lo que refleja un clima de incertidumbre en el ambiente electoral.
Ambos grupos comparten preocupaciones sobre la imparcialidad del Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, con solo un 20% de confianza en su neutralidad ante posibles disputas electorales. Sin embargo, los votantes de Trump son más propensos a creer en una resolución imparcial (34%) en comparación con los de Harris (6%).
La desconfianza entre los seguidores de Trump se centra especialmente en el recuento de votos y en las amenazas tecnológicas que podrían afectar el proceso. Solo un 38% de ellos considera que los votos por correo serán contabilizados correctamente, un dato que refleja los intentos del expresidente por desacreditar esta modalidad de votación. A pesar de esto, en las últimas semanas, Trump ha mostrado apertura hacia el voto por correo entre sus simpatizantes.
Además, un 42% de los votantes republicanos no cree que se conocerá “claramente” al ganador de las elecciones tras el recuento, mientras que el 85% de los votantes de Harris confía en que sí habrá claridad.
A pesar de los esfuerzos de la vicepresidenta por tranquilizar a la ciudadanía respecto a la seguridad tecnológica del proceso electoral, un 30% de los votantes demócratas se muestra escéptico. Entre los republicanos, casi siete de cada diez no consideran seguro el sistema electoral estadounidense frente a amenazas tecnológicas, un aumento significativo desde el 40% registrado en 2020.
En general, solo el 52% de los estadounidenses confían en los sistemas de ciberseguridad de las elecciones. La influencia de actores extranjeros, como China, Rusia e Irán, ha sido un tema candente, con un informe de Microsoft que destaca las operaciones de ciberdelincuencia dirigidas a la campaña de Trump y la creación de contenido en contra de Harris mediante inteligencia artificial.
El informe advierte que “los adversarios extranjeros amplificarán las acusaciones de amaño de elecciones y fraude electoral para sembrar dudas sobre los resultados y socavar la confianza internacional en Estados Unidos”. Esto subraya la creciente preocupación sobre la integridad del proceso electoral en un clima político cada vez más polarizado.