Dos tercios de la población de Sudán del Sur, cerca de siete millones de personas, pueden sufrir una hambruna en los próximos meses si se interrumpe la ayuda humanitaria, alerta un informe presentado hoy por tres agencias de la ONU.
En un comunicado conjunto, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierten de que la situación de la población es “muy frágil” y podría ser “catastrófica” si no se continúa con la labor de asistencia.
Se espera que la situación nutricional se deteriore significativamente en los próximos meses por la guerra, que ha mermado la producción de alimentos, y posibles brotes de diarrea y otras enfermedades, entre otros factores.
Según el informe, si se mantienen los planes actuales de asistencia se evitará la hambruna, aunque 31 condados estarán en situación de “emergencia” y otros 40, en “crisis” alimentaria.
El agravamiento de la crisis alimentaria puede disparar las tasas de malnutrición infantil, que puede llegar a afectar a 1.3 millones de niños menores de cinco años de edad.
Actualmente, cerca de la mitad de la población, unas 5.3 millones de personas, tienen dificultad para obtener comida y se encuentran en situación de “crisis” o “emergencia”, que corresponden a los niveles 3 y 4 de una escala en la que el 5 es el más grave.
En febrero del año pasado se declaró la hambruna en varios territorios del país, que causó la muerte por inanición de decenas de personas.
Sudán del Sur está sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013, que ha causado miles de muertos, millones de desplazados y varios episodios de hambruna.
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