En medio de un devastador conflicto que ha dejado a Gaza en ruinas, los muertos y desaparecidos alcanzan la escalofriante cifra de 31 mil personas tras 100 días de enfrentamientos entre Israel y Hamás. El gobierno israelí, anticipando una prolongación del conflicto, anuncia la creación de un “presupuesto de guerra” destinado a fortalecer su capacidad militar en un año que se vislumbra marcado por la actividad militar.
La ofensiva israelí, desencadenada por el ataque de Hamás el 7 de octubre, ha dejado a la Franja de Gaza sumida en una crisis humanitaria. Con casi 24 mil palestinos muertos y 7 mil bajo escombros, la situación se agrava por la parálisis del sistema sanitario debido al cerco israelí que restringe el acceso a alimentos, suministros básicos, agua potable, medicinas y gasolina. Alrededor de 60 mil 500 personas han resultado heridas, y 6 mil 200 con lesiones graves necesitan ser evacuadas del enclave para recibir atención médica en el extranjero.
Mientras las milicias islamistas resisten tenazmente, las apelaciones internacionales para poner fin a los combates han sido infructuosas. Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Al Qasam, asegura que sus milicianos seguirán resistiendo, destacando los éxitos en la desactivación de vehículos militares israelíes.
El gobierno israelí, por su parte, ultima planes para ajustar el plan presupuestario de 2024, calificándolo como un “presupuesto de guerra” que contemplará un mayor gasto en defensa y militar. Mientras tanto, las familias de los 136 cautivos en Gaza, algunos de ellos fallecidos, protestan en Tel Aviv, exigiendo la liberación tras “100 días de infierno”.
El conflicto también tiene repercusiones regionales, con enfrentamientos en Cisjordania ocupada y tensiones en la frontera libanesa-israelí. Los últimos incidentes dejaron cinco palestinos muertos en Cisjordania y víctimas mortales en la frontera libanesa, evidenciando la persistente tensión en la región.
